Abril de 2025
Remontando en barco desde Namibia y tras atravesar el Trópico de Capricornio, el Ecuador y acercarme al Trópico de Cáncer visito Senegal bajo temperaturas agradables. Había visitado este país en el 1986 y en el 1998. En este último año la esperanza de vida era de 49 años en el hombre y 52 en la mujer, pero actualmente han mejorado mucho y están en unos 68 años.
Ahora Dakar ya tiene casi 3 millones y Senegal 18 millones lo que supone una población importante teniendo en cuenta que su superficie es inferior al 50% de la de España y que mucho de su territorio es casi desértico. En mi primera visita estuve para la llegada del París-Dakar. En mi segunda iba de camino a Gambia.
Su emblemático árbol es el baobab (el árbol del principito) que puede llegar a vivir hasta casi los 1.000 años. Y también lo es el ceibo o la ceiba, gigantesco árbol con raíces fuera de la tierra.
Hay mucho jabalí y presumen de poder avistarse unas 600 especies distintas de aves…muchas de ellas en el mar.
Antes de la llegada de los europeos había, en esta parte de África, imperios como el de Malí, de gran poder y ostentación.
Aquí, en este país y en toda la zona subsahariana, durante muchos años se llevaron en barcos entre 12 y 15 millones de personas como esclavos al continente americano, y era en la pequeña isla de Gorea, frente a Dakar, donde se embarcaban.
En el año 1960 Francia dio la independencia a Senegal al tiempo que a otras muchas colonias africanas que tenía. Son musulmanes casi el 100% de la población y siguen manteniendo su antigua cultura en la que hay personajes como los marabúes que son una especie de jueces y consejeros de la gente.
Visité el mercado de Malí, el mercado Central, la Medina, la plaza de la Independencia, la gran mezquita de Dakar, la mezquita de los 5 minaretes, las dos Mamas (o las ubres), la impresionante y gigantesca escultura símbolo del renacimiento de África, que creo les pagó China, mercadillos, etc. Su moneda es el Franco Africano y te dan 650 XOF por un euro.
Al igual que en Mauritania, tienen preciosas barcas, o cayucos, pintadas con dibujos de bonitos y llamativos colores. Lamentablemente su renta no pasa de los 1.700 USD lo que los sitúa entre los países africanos más pobres.
El baobab no es solo uno de sus símbolos, es realmente un árbol del que aprovechan su fruto, sus zumos, sus yogures y molido finamente queda un polvo de color marfil que añaden a batidos, de su sabia hacen elementos para pinturas, etc.
El nivel de limpieza es muy bajo y frecuentemente los olores en la ciudad son fétidos. Se ven muchos taxis con golpes sin arreglar y sin pintar.
En fin, hasta otra.