Italia 82

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero.Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Invierno del 82

Y qué puedo yo decir de Italia...pobre de mí, se ha dicho tanto que lo que yo añadiera sería como una gota de agua en medio del océano…Que visité la triste y melancólica Venecia inundada completamente; que para cruzar San Marcos tuve que hacerlo sobre unas pasarelas colocadas sobre el agua; que sus callejuelas formadas por edificios de fachadas desconchadas siguen teniendo encanto; que sus canales fríos continúan helándote los huesos; que sus puentes tienen charcos y escalones en los que puedes partirte el alma; que tan oscuros están los días y el cielo, que Venecia, la nostálgica y sentimental, puede resultar tristemente tétrica… Pero, en fin, reconozco que, a pesar de la depresión que pueda suponer ver una Venecia así, ¡Venecia es insuperable!

Coincidiendo con mi llegada, parece que las autoridades han decidido, por fin, hacer algo en serio para salvar esta joya artística de ese mar que se empeña en sumergirla bajo él.

Firenze, capital de la Toscana, cuna del renacimiento, de la imaginación y creatividad, del despegue del hombre hacia la eternidad, hacia la libertad, hacia la individualidad. Firenze es alegre, tiene luz, alegría, un arte de calidad y fácil de entender por todos, no es como la melancólica Venecia, no, es vital, te llama a vivir y no a reflexionar tristemente…Il Duomo, qué maravilla, Miguel Ángel, el David, el romántico Ponte Vecchio del s. XIV, la Galería de la Academia, qué pinturas, etc. ¡Qué empacho de arte! Y hablando de empacho, qué bien se come y bebe en la Toscana. Mucho turismo, sí, muchos turistas. Parece que todos están a 500 m del Ponte Vecchio, de Il Duomo, y de ahí no se quieran ir. Se comprende, no se respira más que arte y, además, arte de auténtico lujo, arte complaciente, que te invade.

Y qué decir de la turística Pisa, esa torre que ha dado más dinero a la ciudad que el Banco de Italia…esa preciosa catedral con las más bellas puertas de bronce que he visto (sin dejar a un lado las de Il Duomo de Milán)…y la Torre, ( en fase de estudio por los técnicos para evitar que continúe inclinándose) que tiene el atractivo de lo inestable, de lo que parece que se va a caer en cualquier momento…del silencioso deseo de que se caiga para poder presenciar el espectáculo…en fin, otro lugar lleno de arte aunque, obviamente, no está a la altura de una Venecia o una Firenze.

Volveré Italia, todos volveremos a verte, no nos queda otro remedio, eres insustituible y artísticamente te adoramos.

Hasta otra.