Tailandia-Phuket-Bangkok 95

Febrero de 1995

Esta ha sido, posiblemente, la quinta vez que viajo a Tailandia. En esta ocasión acompañado de mis encantadores hijos (al menos lo fueron durante el viaje) quienes disfrutaron, también, del encanto de oriente, que visitaban por primera vez. El país tiene ahora 60 millones de habitantes y Bangkok casi 9.

Los hoteles que elegí para ellos, haciendo un gran esfuerzo económico, no pudieron ser mejores. El Hotel Royal Garden de Bangkok que exhibía el confort oriental con maravillosos jardines, maderas de teca por todas partes, amplias habitaciones y hermosas vistas sobre el gran canal (Chao River). Los suculentos y exquisitos bufés del desayuno y de la cena, sentados al lado del gran canal, no los olvidarán fácilmente.

Tuvimos la sorpresa de la detención de Roldán, que leímos en el periódico local. En la capital hicimos las visitas típicas: el Palacio Real, el de la Aurora, el Mercado Flotante de Damnoen , el Jardín Rosa, además de las calles y mercados donde mis hijos se pusieron morados comprando ropa que imitaba muy bien la de marcas europeas y americanas.

De Bangkok saltamos a la isla de Phuket, que por cierto no me pareció nada maravillosa en general, no así el lugar y el hotel en el que nos alojamos y pasamos la mayor parte del tiempo, denominado Bang Tao Beach (Hotel Dusit Laguna); en este sitio había una maravillosa playa virgen de cinco kilómetros de longitud con fina arena blanca.

Anécdotas del viaje

  • - Lectura de la mano de Agus por un chino a la salida de un templo: "lucky hand… no accidente en tuck-tuck… 200 bahts.”

  • Una noche perdidos por las calles de Bangkok en un tuck-tuck. El "cachondeo" con el conductor que nos pidió “70 bahts" sin saber todavía donde queríamos ir.

  • Nos hicimos amigos de un perro callejero que nos siguió hasta el hotel entrando en él e instalándose en el hall.

  • La cantante enana del Hotel Dusit Laguna y su estrepitosa voz que martilleaba a todos los clientes.

  • Alquiler de tuck-tuck en Phuket y alquiler de varias motos por Agus.

  • En un restaurante, y tras cobrarnos una cantidad abusiva por una pequeña botella de agua , aplasté mi nariz como si fuera un ex-boxeador y dije al camarero: You know Mafia? Agus se partía de risa.

Hasta la próxima.




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