R. Checa(la)-Praga 90


Han pasado muchos años y quizás todo haya cambiado, sea el lector consciente de ello. De hecho Checoslovaquia (actualmente R. Checa) ya no existe. No es mi visita ni mi reportaje nada especial, ni tampoco mejor que lo que cualquier viajero haya podido hacer. Solo trato de mostrar las fotos y la memoria del viaje, que hice en su día, en mi web.

Junio 1990

Checoslovaquia y también Hungría están en estos momentos comenzando con el tan ansiado camino de la democracia por creer que les supondrá la ayuda de Occidente: Estados Unidos y Europa. Por el momento no se observa cambio alguno…pero todo se andará. La superficie, diría que viene siendo un cuarto de la de España y tiene una población de 16 millones.

Son más serios y menos hospitalarios que sus compañeros de libertad, los húngaros. En este país no hay solamente checos, no, hay alemanes, polacos, ucranianos y húngaros…y puede que gallegos. Ello se debe a la facilidad con la que, hasta hace poco, se movían los ciudadanos de la URSS. Se trata de un país tremendamente industrializado, hasta el punto de que, en Europa, viene detrás de Bélgica. Tienen una gran producción de acero, uranio, cobre y hierro.

Los bosques de Bohemia, que se recorren entre Praga y Bratislava, son muy extensos, verdes y frondosos. Se trata de un país montañoso, gran productor de cervezas (zona de Pilsen), con una catedral en Praga que bien merece el viaje.

He encontrado a Praga, en estos días, un poco abandonada y es una pena pues se trata de una ciudad con hermosos edificios, sin restaurar, con tejados pintorescos y fachadas muy decoradas, con barrios antiguos llenos de sabor, con edificios emblemáticos y plazas hermosas rodeadas de edificios de época, con románticas buhardillas y pisos bajo cubierta, la casa de Kafka, el puente de Carlos etc.

Es interesante recorrer el barrio viejo, contemplando sus estrechas casas con fachadas pintadas, sus torres medievales, la zona de San Wenceslao, algunos hoteles de estilo y época imperial, detenerse a visitar la catedral para contemplar su púlpito y vidrieras, contemplar también los edificios gubernamentales y todas cuantas fachadas singulares tiene la ciudad, incluido el Gran Hotel Europa.

Hay que visitar lugares como Josefov, Mesto, Malá Strana y como Loretanska, Staro Metske, etc. Con relación a Praga diría: "Hay que volver siempre."