Guinea-Bissau 98

Marzo de 1998

GENERALIDADES: Llegué a este país, procedente de Gambia, en una soleada mañana y tras un penoso viaje en una avionetilla de tres al cuarto. Tras la "mordida" de rigor pasé rápidamente la policía de la "Terminal internacional", especie de caseta de aperos. Aquí mismo cogí al conductor y su "coche" para recorrer durante cuatro días esta bonita tierra.

Guinea Bissau fue colonia portuguesa hasta el año 1973, fecha en la que consiguió la independencia uniéndose con la ex-colonia Islas de Cabo Verde hasta 1980, año en el que decide a caminar sola. En 1991, tras algún que otro golpe de estado, consigue formar un sistema ''democrático''. La superficie, la mitad de España, está atravesada por importantes ríos nacidos en el montañoso país vecino de Guinea Conakry. La población de 1.100.000 habitantes, está compuesta por etnias como: Balante, Fulbé, Malinké, Papeis, etc. La capital Bissau tiene unos 150.000 habitantes los que, en su mayor parte, habitan en chabolas.

El idioma oficial es el portugués aunque, como ocurre siempre, no lo habla casi nadie ya que entre ellos se entienden en los idiomas de su respectivo grupo étnico. También hablan una especie de criollo portugués. Aproximadamente un 60% son animistas y un 40% musulmanes. Antes tenían su propia unidad monetaria, que era el Peso de Guinea, pero desde hace algo más de un año se han unido al franco CFA. La agricultura, su única riqueza por el momento, se ve bastante cuidada y posiblemente es debido a lo que les enseñaron los portugueses durante el periodo colonial. Producen: mijo, arroz, palma de aceite, cacao, maíz, y algodón. Tienen muchos bosques y exportan madera. Ovejas y cabras forman su única cabaña ganadera. La pesca no está muy desarrollada, pero venden licencias a barcos extranjeros. Disponen de algunas carreteras recientemente construidas con ayuda de organismos internacionales.

Es un país muy pobre. Tan pobre o más que Gambia, pero al tener mucha agricultura la gente puede subsistir aunque sea con una alimentación incompleta. Su dieta básica consiste en tubérculos como la tapioca, el taro, el ñame, etc. Encontré a unos ingenieros gallegos, que estaban empezando la construcción de un puente, pagados por organizaciones de la ONU. La única ayuda que reciben proviene de UNICEF, Cooperaciones Internacionales, ONG, etc., que aprovechan para crear “cierta actividad”. Por supuesto no hay turismo y si se te ocurriese preguntar si tienen tarjetas postales, te contestarían: “¿y eso, qué es?”

El comienzo de mi viaje fue muy simpático: mi "chofer", que chapurreaba algo de portugués, se empeñaba en decirme que “hay muchas mezquitas” y yo le contestaba que si, que "veía muchos mosquitos... y él lo repetía y yo también. Posiblemente hice unos 900 km. Vi muchísimos árboles cajú, mandiocas, arroz, baobabs, secuoyas, etc. Las casas son de adobe con techos de paja y se conforman en pequeñísimas aldeas, especie de tribu del mismo grupo étnico. En ésta época están recogiendo la caña de azúcar. De ella hacen alcohol, vino, azúcar, etc. Del fruto del cajú, aparte de comerlo, obtienen: mermeladas, aguardientes, zumos, etc., así como el famoso y exquisito fruto seco tostado, el anacardo.

Al visitar los pueblos observas que las nativas suelen llevar los pechos al aire, pero no quieren que las fotografíes, a menos que les pagues. Es un país verde, tropical, con mucho más tipismo que el que tienen los países vecinos. La gente es honesta, hospitalaria, dulce, noble y puedes pasearte tranquilamente sin tener la sensación de peligro alguno. ¡Que diferencia con otros países de la zona! Visten con ropas muy llamativas y las llevan con mucha prestancia. Los poblados están siempre muy limpios. No se ven pájaros, aunque debe de haberlos, a excepción de: buitres, cuervos, y "faraonas" blancas.

Emplean siempre carbón vegetal para cocinar por lo que cortan más árboles de los que debieran y esto daña un poco el medio ambiente. Visité varias tribus Fulbé pues mi "chofer" era de esa etnia y se paraba, cada tres por cuatro, para visitar amigos y familiares, todos ellos musulmanes, aunque para nada fundamentalistas.

El comercio esta en manos de los musulmanes ya que los animistas están menos desarrollados y educados. No he visto ni un solo turista ¡Así da gusto viajar!

De este país intenté saltar a Guinea Conakry pero fui advertido, muy seriamente, de que desistiera porque iba a correr un gran riesgo. Al final fuí, claro está. Como anécdota diría que en la embajada de Nigeria, a la que llamé para enterarme de la situación de Conakry, me llamaron el viajero ¡pertinaz! Creo que acertaron.

Resulta cómico que en Guinea Bissau para decir: buenos días digan "bon día" como en el ámbito del idioma catalán, Cabo verde, Sao Tomé, Mozambique y muchos otros.