Hawái 90

Marzo de 1990

Por fin aquella regata que tenía que haberse celebrado en Tahití la pasada Navidad, hace tan solo 3 meses, pudo llevarse a cabo coincidiendo con mi estancia en Hawái. Allí estaban todos en un ambiente muy agradable y, además, la lluvia no apareció esta vez ni siquiera de visita. No hubo tanta lucha por ganar, como yo esperaba, y se celebró en un ambiente de relax y copas. Quedamos los terceros. Que nadie se pregunte cuántos éramos.

Partimos de Honolulu, que quiere decir en hawaiano bahía tranquila, en dirección a la isla de Hawai, lo que nos llevó dos días de navegación. La travesía fue muy agradable con vientos del través del Este. A continuación nos tomamos tres días de descanso para disfrutar de recorridos alrededor de la isla y ver como el volcán Kilauea, que casualmente entró en erupción el día que llegamos, vomitaba lava por uno de sus cráteres. Lo sobrevolamos en un pequeño helicóptero.

Es la isla más virgen del archipiélago y su superficie es el doble que la de Mallorca. Está llena de volcanes, de lava y de playas salvajes de arena blanca que son idóneas, por su oleaje, para hacer surf. Yo la llamaría la isla de las buganvillas, pues las hay por todas partes y de todos los colores. La "piña colada" hizo estragos durante esos días, proporcionándonos la "marchita" adecuada durante todo el tiempo. Tiene mucho en común con alguna de las Islas Canarias, aunque con rincones muy tropicales de densa vegetación. En su contorno cuenta con grandes torrenteras de hasta 100 m de profundidad, especie de pequeños cañones del colorado, que arrancan de las altas montañas de unos 4.000 metros situadas en el centro de la isla y que se prolongan radialmente hasta el mar arrastrando grandes caudales debido a que llueve de forma torrencial.

Navegamos hacia la isla de Maui en nuestro catamarán de 56 pies, nuevamente con viento de través de fuerza 4 muy agradable. Llegamos en 10 h. de navegación y por el mar nos encontramos muchas ballenas que resoplaban.

Maui es ligeramente mayor que Ibiza y está llena de árboles, plantas y arbustos, todos ellos cargados de flores tro­picales de múltiples clases y colores. Hay orquídeas y buganvillas por todas partes. Las orquídeas, al igual que los hibiscus, te las regalan continuamente y también te las cuelgan de las copas cuando te tomas un trago en cualquier parte y en ocasiones te obsequian o con jazmines o “frangipanies” blancos o lilas. Se puede decir que es la isla de las ballenas y de las orquídeas pues te las encuentras por doquier. He presenciado y fotografiado preciosas puestas de sol con cielos enrojecidos por el crepúsculo. La isla, que por cierto tiene forma de 8, está llena de playas y chavales haciendo surf.

Frente a Maui está la pequeña isla de Molokini, del tamaño de Cabrera, con forma de cuerno (que nadie se de por aludido), ideal para anclar y quedar fondeados en la playa para pasar la noche, cosa que hicimos. A la mañana siguiente zarpamos para recorrer las pequeñas islas de Molokai, Lanai y Ka­hoolawe, todas ellas muy atractivas. Finalmente navegamos durante un día para llegar a la isla de Kauai, del tamaño de Ibiza, donde también las flores invadían todo y por la que navegamos recorriendo su costa. Me encontré con un rincón llamado Balí-Hai, al igual que el de Tahití y el de Samoa Oriental, donde supuestamente se rodó la película que lleva este nombre. En esta isla hay muchas" macadamias", fruto seco del tamaño de una alubia grande asturiana.

De Kuai navegamos hasta la isla de Oahu, del tamaño de Mallorca, tras atravesar por un pequeño temporal que nos desgarró un génova. Su capital Honolulu tiene posiblemente la mejor universidad del pacífico y una de las mejores del mundo en cuestiones oceanográficas y en vulcanología. Es una ciudad eminentemente turística formada por rascacielos y Waikiki es un, es una especie de El Arenal (Mallorca), pero en bueno, frecuentado por enamorados del Surf. El idioma hawaiano se compone de un alfabeto de 5 vocales, que se escriben y pronuncian como el castellano, y de 7 consonantes: H, W, L, P, N, M y T. Aloha quiere decir: suerte, hola, adiós, etc. Quedan solo 10.000 nativos de una población de 1,3 millones, de los que el 85% vive en la isla de Oahu, cuya capital es Honolulu. Se han mezclado con japoneses, filipinos y chinos; asi que hay un amplio mestizaje. Un salto, en un chárter, de tres días a la bellísima isla-atolón de Christmas, en Kiribati, completó este agradable viaje.

Añadiré que los precios, en general, eran baratos; que hice una llamada muy "chula" desde el avión; que el café, al igual que en el resto de USA, era horrible; que la piña colada era formidable y que la compañia de M. hizo que el viaje fuera mas placentero.

Un corto salto a la bellísima isla de Xmas, Kiribati, completó mi viaje por estos lares.

Hasta otra.