kazajistán 23
Septiembre de 2023
El vuelo de Madrid a Frankfurt, donde hacía escala para volar despues a Kazajistán, salió con 20 min de retraso y sin embargo llegamos a Frankfurt con 15 min de adelanto…conclusión: las compañías aéreas nos dan siempre un tiempo de vuelo muy superior al real y así se aseguran un buen índice de puntualidad…muy astutos.
No había regresado a Kazajistán desde Junio de 1999 cuando, acompañado de mi hijo y con un 4x4 ruso, recorrimos los 5 países que conforman la antigua Asia Central de los Zares: Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Kazajistán.
A la llegada al país tiene uno que armarse de paciencia para pasar los controles de policía y seguridad. Fue el mismo tipo de control que tuve en mi primer viaje a Moscú en los 70 y en el que coincidí casualmente con el famoso político Julio Anguita.
Tiene una superficie casi 6 veces mayor que la de España, aunque con una población de solo 18 millones de habitantes. Equivale a algo así como una España poblada por solo 3 millones. Se habla, casi indistintamente, ruso y/o kazajo pues ambos componen la mayor parte de la población. Hay un 65% de kazajos, un 25% de rusos y el otro 10% restante está compuesto principalmente por nacionalidades de Asia Central y, curiosamente, por más de un 1% de alemanes. Éstos llegaron a ser más de 1 millón y creo que eran llamados los alemanes del Volga,no alineados con el fascismo, y deportados en su día a este país por Stalin. Despues de la caída de la URSS en 1991, fueron regresando a Alemania, quedando ahora solo algo más del 1% lo que supone unos 200 mil.
La capital del país pasó de ser Almatý, donde estuve con mi hijo, con una población de 3 millones y en el Sur, a Nursultán ( hasta hace 3 años llamada Astaná) con solo 1 millón y más al Norte.
Son musulmanes sunitas lo que quiere decir moderados. Ricos en minería con mucho petróleo, uranio, gas natural, hierro, etc. Nur-Sultán/Astaná es una especie de ciudad “escaparate” del país que muestra, con mucha ostentación, lo que puede hacerse en arquitectura futurista con el dinero de sus grandes exportaciones. He dicho ostentación porque no encaja muy bien ese lujo en un pais cuya renta por habitante sea solo 1/3 de la de España, lo que significa que se trata de un pais “no precisamente rico”.
Su renta es comparable a la de la República Dominicana o a la de México. En Kazajistán parece existir una notable injusticia social ya que en enero del presente año hubo grandes manifestaciones con violencia contra el gobierno, las que al final tuvieron que ser aplacadas con sangre por fuerzas rusas que acudieron de inmediato. Se produjeron “oficialmente”más de 200 muertos. Su divisa es el “tenge kazajo” y por 1 euro los bancos te dan más de 500 tenges.
El monumento más emblemático de la ciudad es la famosa torre Bayterek que sostiene en su parte más alta una enorme bola de cristal, que simboliza el mundo, cuyo color va cambiando según el ángulo de incidencia de la luz. La idea o primer diseño de la misma partió del presidente Nazarbayev quien dibujó su boceto en 1997. De ahí que la torre tenga exactamente 97 metros de altura para remarcar así los dos últimos dígitos. Por supuesto subí al punto más alto de la misma donde hay un mirador en el interior de la bola del mundo pero la suciedad de la esfera me impidió hacer fotografías.
Fue gracias a la EXPO 2017, celebrada aquí, que Astaná/Nursultán saltó a la fama como el Dubái de Asia Central. Norman Foster con su empresa de arquitectura futurista ha diseñado varios edificios emblemáticos de la ciudad.
Astaná/Nursultán tiene, además de la mayor mezquita de Asia Central, la icónica Torre Bayterek, el Museo Nacional, el Palacio de la Paz y Reconciliación, el Museo de la Energía Futura, la mezquita Hazrat y otras 2 mezquitas más, el bulevar Nurzhol, el Monumento de Kazakh Eli, el Monumento khan Shatyr, la Universidad, etc, etc. todos ellos de bella e interesante arquitectura. Kisho Kurokawa, el conocido arquitecto japonés, fue quien hizo el planteamiento general de esta nueva ciudad situandola sobre ambas márgenes del río Ishim que la atraviesa.
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Kazajistán es un enorme país y casi toda la parte norte es una estepa a unos 400 m sobre el nivel del mar. Tiene 6 meses de durísimo invierno con días a -20º y meses como julio y agosto extremadamente calurosos. Es, curiosamente, el país mas grande del mundo sin litoral marítimo. Recorrí la ciudad caminando durante 5 días seguidos haciendo una media de 11 km/día. No vi ni un solo perro en toda la ciudad y los turistas que ví pude contarlos casi con los dedos de una mano. No hablan inglés en ninguna parte, ni siquiera en los hoteles donde solo saben algunas palabras y por supuesto no hay letreros en inglés ni en las calles ni en el aeropuerto. En la tele del hotel había 47 canales y ninguno de ellos en inglés o francés, todos en ruso y kazajo. Todo se habla y escribe siempre en dos idiomas: kazajo y ruso.
El mantenimiento casi no existe: no hay ni un solo metro de aceras o escaleras que no esté deteriorado o desnivelado o con baldosas sueltas o que las arquetas de los servicios que discurren bajo ellas no estén altas o en medio de un charco.
Los hombres no parecen ducharse mucho o no se cambian nunca de ropa, hasta el extremo de que al entrar en un taxi te entran ganas de salir e ir andando…
He de reconocer la originalidad y el vanguardismo futurista de su nueva edificación al tiempo que los miles y miles de abedules que salpican todas las áreas entre los mencionados edificios. Muchos de ellos, viviendas u oficinas, parecen estar deshabitados pues no se ve entrar ni salir a nadie. Lo mismo he visto en Dubái a lo largo de mis múltiples visitas. Puede que sea una táctica para dar una buena impresión sobre el éxito de sus planes de desarrollo.
Tanto entre la población kazaja como entre la rusa, se observa una cierta disciplina a la par que honestidad y muy bajo nivel de delincuencia callejera lo que lógicamente agradece el visitante.
Para volar de regreso a Frankfurt los controles de seguridad y policía fueron extremadamente rigurosos. Cito dos ejemplos: mi barrita de chicle tuvo que pasar por rayos especiales y en una caja aparte…y una vez ya en la puerta de embarque compré una botella de agua y para ello tuve que mostrar mi pasaporte y mi tarjeta de embarque.
He hecho un reportaje fotográfico que contempla los edificios y las áreas de arquitectura más destacables.
Pues bien, viajero/a, es lo que vi y asi te lo cuento.