Londres 95
En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.
Fin de Año de 1995
En los tiempos en que yo vivía en Londres y visitaba el Museo de Ciencias Naturales había en él menos piezas pero auténticas. Actualmente, y espero que no pase en otros museos y en otros países, la totalidad de las piezas expuestas en algunas salas son totalmente falsas. En la mayor parte de los casos las piezas auténticas están guardadas, en mejores condiciones de humedad y temperatura, exponiéndose al público copias.
El centro de Londres está más limpio y ordenado. Pasé por el barrio donde viví en el año 67 y lo encontré muy mejorado. Estuve tres noches en el Hotel Selfridge, en Oxford Street, justo detrás de los almacenes que llevan su nombre.
El metro sigue siendo asqueroso. Bueno más asqueroso que antes, pues son los mismos trenes, ahora más viejos. Por otra parte las estaciones se han quedado pequeñas y estrechas. Todo está viejo, sucio y anticuado. ¡Qué desastre! Sin embargo la edificación está más cuidada y la ciudad, en general, está mejorando mucho. También el nivel de vida ha subido y los extranjeros desempeñan, cada vez más, trabajos de mayor responsabilidad. Prácticamente no se ven ingleses durante los fines de semana pues está la capital invadida por turistas y trabajadores extranjeros. También el aeropuerto de Gatwick está viejo y pequeño después de tantos años de uso.
La conducción por el Reino Unido sigue siendo muy correcta, siguiendo su habitual comportamiento. Cada vez hay más turismo siendo, ahora, el tercer ingreso más importante del país después del petróleo del mar del Norte y los negocios bancarios. Visitar Stratford y Oxford es siempre agradable aun cuando sea con nieve y lloviendo como en esta ocasión provisto de zamarra de camionero, gorro pasamontañas y bufanda alrededor de la nariz.
Nochevieja tranquila en compañía de mi amigo Manolo.