Marruecos - Atlas 92

Año 1992

Hacía, aproximadamente, 10 años que no venía a Marruecos. El nivel ­de vida y de limpieza ha mejorado, aún cuando todavía queda mucho por hacer hasta que se consigan cotas aceptables.

En esta ocasión he visitado el sur: Marrakech y el alto Atlas en don­de el mundo bereber es lo más interesante. Por lo que respecta a la ­ciudad de Marrakech no hay nada digno de mención salvo su Medina, el zoco, ­la Cutavia (La Giralda en malo) y algún encantador de cobras que te quiere cobrar si sacas una foto. Por la noche pude acudir a un espectáculo de caba­llos y danzas que resultó bastante interesante. La parte realmente agobiante de Marrakech es el asedio de los vendedores ambulantes y de aquellos que insisten 1.000 veces en que entres en su tienda.

El Dirham vale unas 13 pesetas (0,08€) y todo resulta muy barato. Marrakech tiene unos 800.000 habitantes y al igual que el país el 80% de la población es bereber, el 15% árabe y el 5% judío. La población actual de Marruecos ­es de unos 28 millones.

He pasado unos días por el alto Atlas, comenzando por el valle Ouri­ka en donde se celebraba un interesante mercado al aire libre en el que los bereberes negocian y venden de todo. Existen preciosos paisajes de montaña ­y pintorescos pueblecitos, en ocasiones con nieve. Trabajan la piel, el cobre, la alpaca y si te descuidas te venden algo falso, como pasa con los fósiles. El regateo es la parte más simpática y nunca hay que pagar más del 50% de lo que pidan.

El cordero es fantástico y yo diría que mejor que el nuestro. El resto de la comida vale poco y además hay que tener cuidado con las especias y con las ensaladas. En cuanto a la parte monumental no hay prácticamente nada de interés ni digno de mención. En Marrakech visité el hotel Amumia que bien podría estar entre los mejores del mundo árabe.