Anguilla 99

Abril de 1999

GENERALIDADES: Llegué a la islita de Anguilla (llamada Anguila por los españoles) en un cutre, pero simpático, ferry desde la isla de San Martín. En él viajaba un americano, el cual me aconsejo un hotel modesto y muy económico, en el que me dieron una casita ubicada sobre la arena de una playa virgen. Me acompañó al hotel con su coche y por la noche vino a recogerme para llevarme a cenar a un restaurante. Siempre tan amables estos americanos.

Alquilé un coche, por una cantidad aceptable, con el que pude recorrer la isla palmo a palmo Se conduce por la izquierda. Jamás, en mi vida de viajero, me había extraviado tantas veces como aquí: no había ni una sola señal indicativa. Ni el aeropuerto ni la capital,estaban indicados. Para ellos debía de ser todo muy fácil. Repetí el recorrido varias veces pues todo me parecía igual.

La isla, totalmente plana, tiene una vegetación arbustiva muy homogénea que no vale mucho. No se ven árboles pues los han ido cortando. Tampoco las edificaciones tienen interés. Sí que hay algo digno de mención y que no es fácil de encontrar en el mundo: las maravillosas playas de arena blanca, fina y limpia y aguas de bellísimos colores. Por si esto fuera poco casi todas ellas son completamente vírgenes. De ensueño. Apenas hay explotación turística y no se ven compañías extranjeras invirtiendo aquí. El crecimiento está muy controlado y se realiza muy lentamente. El nivel de vida es bajo. Son pobres aunque no pasan hambre ni se ven muchas calamidades.

Los anguilenses son negros en su totalidad, muy honestos y educados. Ni siquiera se oyen voces. Todo es muy suave y tranquilo.

Tiene una superficie de 90 km2 (algo así como 15 Km de larga por 6 de ancha). Depende del Reino Unido pero tiene su propia Constitución desde 1982. Junto a esta isla hay otras, deshabitadas, como Sombrero, Scrub y Dog. La capital, The Valley, tiene 600 habitantes y es, quizás, la Capital de Estado más pequeña del mundo.

Como moneda emplean el Dólar del Caribe-Este, también utilizado en otras colonias británicas de la zona como: Montserrat, Antigua, San Vicente y otros.

La principal riqueza es el turismo. Tienen salinas, algo de agricultura y un poco de pesca. La gente es demasiado tranquila y muy indolente. Son como las demás gentes de color del Caribe, enormemente lentos.

Tomé, nuevamente, el ferry a San Martín para desde allí volar a Antigua. En el traslado desde el Puertecito al Aeropuerto de San Martín tomé un taxi y el taxista se empeñaba en que me creyera que a él se le había aparecido la Virgen de Fátima 16 veces. ¡La gente tan rara que hay por el mundo!