Trieste 12

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero.Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Septiembre de 2012

Llegué a Trieste escapando de la falta de encanto de la costa croata del norte del Adriático. Por si fuera poco, llovía a mares, no había un solo lugar donde aparcar en toda la ciudad, estaba muerto de hambre, necesitaba con urgencia visitar un váter en fin que no lo estaba pasando muy bien. Al final todo se fue resolviendo pero la lluvia prácticamente no cesó. Por ello mi escueto reportaje fotográfico se ve gris plomizo.

Trieste tuvo un pasado brillante y así lo muestran sus edificaciones de finales del XIX ó principios del XX. Su maravillosa plaza de la Unidad de Italia, la de Verdi, la de Véneto, etc. unidas a la sobriedad, clase y calidad de los edificios singulares restaurados, dan a Trieste el aire de una ciudad de clase que mantuvo un poder político por un cierto período. Hay otras visitas, como la de la colina en la que se enclavan la catedral y el castillo que no valen nada.

Salí a cenar a una trattoría y fue tal el diluvio que cayó que a la salida, que todavía llovía mucho, había un palmo de agua por cualquier parte que caminases. La propia plaza de la Unidad de Italia tenía medio metro de agua. Me recordó las frecuentes inundaciones de la Plaza de San Marcos en Venecia.

Algo resultó “muy chulo”: alojarme en un hotel de diseño…escaleras de cristal, galería de arte en la propia recepción del hotel, en los rellanos y en los pasillos, suelos de tablas de madera muy cuidadas, rampas, ascensor muy peculiar, baño con detalles especiales…hasta la nevera era también de un diseño especial.

Al día siguiente la aburrida lluvia continuaba…decidí dejar Trieste por imposible y partí para Eslovenia.