Vírgenes(islas(UK)) -Tórtola 99

Abril de 1999

GENERALIDADES: Volé con un sucio avión de Iberia a Puerto Rico, tras los consabidos retrasos de nuestra "compañía de bandera". Los puertorriqueños siguen con una cierta lentitud. ¡Cómo les gusta ser como los americanos!. Salí pitando, en cuestión de pocas horas, a visitar la primera islita del Caribe de este viaje: Tórtola.

Tiene una superficie de 50 km2, de forma alargada, y que unida a la islita Virgen Gorda, de 12 Km2 (6 x 2 km), forma una colonia Británica con un amplio autogobierno. Una especie de Gibraltar. Al mismo archipiélago pertenecen las diminutas islitas o islotes de Anegada y Van Dyke con unos 150 habitantes cada una. La población total del archipiélago es de 16.000 habitantes.

Son protestantes, en su amplia mayoría, y aunque el idioma oficial es el inglés, lo que verdaderamente hablan es un Inglés-Criollo que cuesta mucho entender. Su moneda es el dólar americano. Sus recursos económicos están basados en una agricultura primaria (frutos y hortalizas), un poco de pesca, una destilería de Ron y, lo que es más importante: el turismo. Casi todos los días llega algún crucero con turistas. La población es negra o mestiza, casi en su totalidad. Parecen buena gente. Todo es muy caro para el turista. Tienen un analfabetismo de solo un 2%, que está muy bien. El pequeño Aeropuerto está en una islita llamada Ternera... cosas de los españoles que vinieron por aquí, al igual que lo de Virgen Gorda, Tórtola, etc.

La recorrí tranquilamente, comprobando que tiene una gran belleza consistente, no sólo en su orografía montañosa sino, también, en sus playas, el color de sus aguas, etc. A las gentes las encontré dulces, y honestas. Todos, incluidos los niños, van vestidos con ropas vistosas para ir a la Iglesia el domingo.

Aunque verde, no tiene mucho arbolado debido a la deforestación que ha sufrido al talar y convertir los árboles en carbón de leña para cocinar. No obstante la vegetación es densa en casi toda la Isla menos en la parte este donde llueve menos.

Me encontré con un piloto de Málaga que volaba en pequeños aparatos que van de isla a isla por la zona.

Dejé Tórtola para ir a Anguila, vía San Martín, desde donde tomé un ferry.