Turquía-Estambul 10

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero.Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Abril de 2010

No recuerdo haber regresado a Turquía desde Mayo del 99, fecha en la que pasé unos días en Estambul a la espera de obtener el visado para Turkmenistán y Uzbekistán. Iba acompañado de mi hijo Agustín.

Varias y espaciadas han sido mis visitas a la capital. Recuerdo que la primera vez fue en Agosto de 1969, cuando yo era un chaval, hace 41 años. Aquellos eran tiempos difíciles. En ese año el hombre iba camino de la luna y yo iba camino de Rusia, Bulgaria y Rumania por el Mar Negro. Entonces Turquía era muy pobre y su ejército, al que vi desfilar un día que, precisamente, era fiesta nacional, parecía el de “Pancho Villa”. Después he venido 4 veces para recorrer la Anatolia, Capadocia, la costa mediterránea, etc.

De entrada, la capital y su entorno tienen la friolera de 12 millones de habitantes. A veces, debido al problema con los kurdos, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España desaconseja el viaje por los riesgos que ello entraña. No saben que hay más peligro viajando por África o por Sudamérica y no hacen hincapié en ello cuando te informas en su página web. En cualquier caso, un viajero no es un turista y ha de seguir con su destino, a menos que el peligro sea inminente y obvio. En estos días de Semana Santa, Turquía es un destino económico para el turista en época de crisis, por lo que se ve invadida por europeos.

Hay más de 10 mil españoles pululando por aquí. Volver a visitar el Hipódromo, la Mezquita de Soleiman el Magnifico, la Mezquita Azul, el Museo de Santa Sofía, etc., fue un auténtico placer pues son verdaderas joyas arquitectónicas. También es obligado comer el kebab, o un buen cordero, sin olvidar sus postres de hojaldre y miel. Y así fue.

La población del país es de 74 millones de habitantes, en una superficie un 50% mayor que la de España. A la altura del paralelo de Madrid, Estambul es un pelín más fría en invierno y más calurosa en verano. El país sigue empeñado en integrarse en la Unión Europea pero ésta sigue poniéndole muchas pegas.

Los turcos, como etnia, vienen siendo un 65% de la población, después vienen los kurdos con un 20% y el resto una miscelánea de origen centroasiático. Lógicamente se habla el turco como lengua oficial pero también el kurdo, el árabe, etc. Por supuesto musulmanes todos. Un analfabetismo alto, sobre un 12%, resulta lamentable e injustificado. La esperanza de vida es: hombre 70, mujer 75 años. Renta 10.500 USD por habitante. El turismo, junto con la exportación agrícola e industrial, son sus fuentes de ingresos.

A veces pienso que volver a los sitios en los que uno ha sido feliz, o en los que uno encontró el lugar como algo de ensueño, etc., es correr el riesgo de caer en la desilusión y tirar por tierra ese recuerdo tan bonito que teníamos…quizás debamos pensarlo antes de volver. Ahora, en el caso de Estambul, la enorme cantidad de turistas, la incomodidad al visitar sus monumentos, el empeño del turco en cobrarte el doble o más, el acoso constante del turco en colocarte algo…etc. hace que mis primeras y maravillosas imágenes de la ciudad se desvirtúen un poco…visitar el gran bazar en estos días es casi odiarlo. Así que, ¡cuidado con este punto, viajero! No olvides que el turismo acaba destrozando y destruyendo todo cuanto visita; date prisa y visita los sitios apenas aparezca el turismo…después será demasiado tarde.

Hasta otra.