Malasia-Kuala Lumpur 12

Junio de 2012

Allá por el año 1974 estuve en este país y visité la parte insular situada en el norte de la isla de Borneo. Por supuesto que estuve en Kuala Lumpur pero ha sido tal el cambio que ha experimentado, que al llegar ahora no he sido capaz de recordar más allá de un par de rincones. En aquel viaje, con el título de Malasia 74, cuento que conocí a un piloto americano que se dedicaba a matar comunistas chinos con el único avión que entonces tenían sus fuerzas armadas. Han pasado casi 40 años…

Esta vez, me alojé en un apartamento en el piso cuarenta de un edificio desde el que podía ver cómodamente la ciudad y sus rascacielos. En el mismo se alojaban familias musulmanas de distintos países y acostumbraban, ellas, a ir tapadas constantemente. Recorrer la ciudad, fuera de lo que es el “centro del centro” supone dejar de ver malayos y chinos, población dominante, para adentrarse en terrenos de paquistaníes e indios. Estos distritos de restaurantes y tiendas deplorables están algo sucios y, como ejemplo, la carne está expuesta en la calle al aire libre y, debido a los 35º del ambiente, está toda negra. Como ambos grupos indostaníes son dados a tener muchos hijos, es posible que algún día acaben siendo un problema para los malayos nativos.

Algo más pequeño que España pero muy alargado, tiene ahora unos 28 millones de habitantes. Kuala Lumpur, su moderna capital comercial, tiene 1,5 millones pero realmente la sede del gobierno está en una pequeña ciudad llamada Putrajaya de solo 50 mil. Curiosamente la forma de gobierno está formada por una federación de Monarquías Constitucionales. La unidad monetaria es el ringgit que equivale a 25 céntimos de euro. Como antigua colonia británica forma parte de la Commonwealth.

Un 80% de la población está en la península de Malaca y el 20% restante en las provincias situadas al norte de la isla de Borneo. Esperanza de vida: hombre 72 años y mujer 77. La población está compuesta en un 65% de malasios, un 25% de chinos y un 10% de indios y paquistaníes; aunque el idioma oficial es el malayo, se habla mucho chino, inglés y tamil. En la realidad, los habitantes malayos tienen privilegios sobre las otras etnias. Su renta por habitante anda por los 8.500 dólares. Muy poca inflación y muy poco paro.

Su riqueza radica en la exportación de hidrocarburos y con sus beneficios están tratando de crear otras alternativas de exportación. El capital extranjero es bienvenido y goza de algunas facilidades. Tienen mucho arroz, tabaco, café, cacao, caucho natural, azúcar, aceites de palmera, de coco, etc. También exportan alta tecnología, ordenadores, circuitos electrónicos, productos químicos especiales, etc.

Además de la consabida visita a las Petronas o Torres Gemelas, hay una serie de lugares de mucho interés como son: La Plaza Merdeka, el Museo de la Dinastía Real, Chinatown, el Templo Chino, la Mezquita Nacional, el Parlamento, la escultura del Monumento a los Soldados, el Mercado Central, el Museo Negara y los enormes y delicados jardines botánicos de mariposas y de aves del enorme Parque Lake Garden en donde los pájaros van a su aire en el mayor espacio libre conocido y en el que se pueden observar: ibis de muchas clases (hadada, sagrado, rojo, etc.), horn bill gigante, cigüeñas pico amarillo, paloma coronada, garzas de todo tipo, herons, pelícano gigante, garcilla bueyera, flamencos, etc..

En el transporte se emplea el tren monorraíl que discurre elevado y, en varias zonas de la ciudad, coches y autobuses transitan bajo él. La comida es muy picante, mucho. Su adicción al picante les hace llegar al extremo de comer, también, bombones picantes.