Rumanía 69

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero.Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Viaje por RUMANIA, BULGARIA Y UCRANIA

Año 1969

Corre, nada menos, que el año 1969. En este momento vivimos en plena guerra fría. El distanciamiento entre Occidente y Oriente es impresionante; se palpa y está presente en todos los ámbitos. Prácticamente no se comunican pues el espionaje es constante y a escala mundial. Creo que, actualmente, hay más espías que funcionarios.

La URSS (Unión de repúblicas socialistas soviéticas) abarca, desde las puertas de Viena, pasando por la República Democrática Alemana y Berlín Oriental, parte de Finlandia, toda Polonia, toda Checoslovaquia, todos los países Bálticos, Bielorrusia, Ucrania, Rumanía, Bulgaria, todos los países y repúblicas del mar negro y del mar Caspio, los cinco de Asia Central y, por supuesto, Rusia (con las zonas polares) y Siberia, Mongolia y otros: es decir medio mundo.

La entrada, en estos años, de un europeo en tierras de la URSS supone un gran riesgo pues lo primero que piensan es que eres un espía. Puedo asegurarlo porque he pasado por ello.

Pero la suerte hizo que un pequeño barco admitiera pasaje para algunos países del Mar Negro: Bulgaria, Rumanía y Ucrania. Así que, compartiendo camarote con otros cinco pasajeros, me pasé una semana recorriendo esa costa y así pude visitar la parte sur de Bulgaria, la de Rumania y la de Ucrania. El estado en el que encontré estos países fue deplorable en comparación con nuestros países de Europa o bien de USA. Observé una gran degradación, falta de limpieza en las ciudades, las gentes empobrecidas y muy mal vestidas; de los hospitales salían quejidos de gente que estaba siendo intervenida pero quizás sin la adecuada anestesia, en fin, daba pena todo cuanto veía.

RUMANIA

Me pareció algo diferente: tenía mucho turismo alemán (claro que de la Alemania comunista) que invadía un área muy popular, pero cuidada, llamada Mamaia en la que los hoteles estaban alejados entre sí y del mar. Gran esponjamiento y amplias playas y zonas ajardinadas. Acabé bañándome en sus playas y comiendo, no muy bien, en sus restaurantes baratos pero de baja calidad: 5 pesetas por comida (0,03€). Visité las ruinas romanas, de no mucho valor y, también el puerto rumano de Constanza de amplias dimensiones así como un enorme monumento, relativo a la independencia y a la lucha contra el fascismo.

Puesto que me desplazaba en autobús, podía observar con detenimiento las peludas piernas de las mujeres: su bello era largUísimo y muy abundante. En nuestro mundo los hombres rechazarían esas mujeres. Me gustaron mucho algunas iglesias bizantinas. Su nivel de vida es claramente más bajo que el de España. La gente es fría y temerosa de que te dirijas a ellos, se sienten mejor ignorándote.