Roma 10

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Noviembre de 2010

Había viajado con mis hijos anteriormente: nuestro primer viaje fue a París, allá por 1987, cuando eran unos críos…después vino Nueva York en el 89… Tailandia en el 95…más tarde atravesamos solos el desierto del Gobi en Mongolia, China e igualmente solos los estados de Asia Central como Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Kazajstán… a continuación Kenia, Tanzania y Zanzíbar, etc. etc.

Terminaron sus respectivas carreras, están felizmente casados con dos personas encantadoras y, hasta la fecha, han tenido 2 hijos cada uno. Pues bien, tras una cena en la que celebramos nuestros cumpleaños, decidimos volver a viajar. Así que dejaron a sus respectivos cónyuges e hijos por unos días y allá que nos fuimos, nuevamente los tres, de viaje. Nos decidimos por ir 4 días a Roma…bueno, por algo había que empezar.

Aún cuando mis hijos habrían hecho perfectamente el viaje solos, no cabe duda de que me dieron el protagonismo de “papá viajero” y me dejaron llevar el mando. Claro que yo, a su vez, no hacía más que complacer sus deseos. Así que yo ejercí de padre mientras ellos lo hacían de hijos y recibían los mimos correspondientes. Así pude ver o escuchar sus inquietudes, su relación como hermanos, sus puntos de vista como padres de niños pequeños, etc.

No es necesario contar el recorrido por Roma pero seguro que pocas cosas dejamos de ver ya que no paramos en 4 días; el tiempo fue muy bueno, salvo la mañana del último día que nos llovió con fuerza. Estuvimos en un cómodo hotel, situado cerca de la estación Termini, lo que nos permitía desplazarnos con facilidad por toda Roma. Restaurantes, vuelos, etc. todo fue perfecto.

Así que, dado este primer paso, seguiremos viajando siempre y cuando los que nos rodean en la familia lo permitan. Hasta otra.