País Vasco 96

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Julio de 1996

Tras volar a Madrid, conduzco hacia el norte atravesando Burgos y deteniéndome en Vitoria donde disfruto del encanto de la parte de la ciudad que más me gusta: Paseo de la Senda, Parque de la Florida, Avenida de Castilla, etc., olvidándome de la horrible parte alta de la ciudad que tan fea me resultó en mi visita del pasado año. Al igual que en esa ocasión me hospedo en el Parador Nacional de Argomaniz. Desde aquí hago unas fotos de la puesta de sol y me voy a cenar por la zona de los pantanos. Por la mañana salgo hacia Pamplona, pero no me detengo pues he estado en ella muy recientemente y continúo al valle de Roncesvalles, donde no había estado desde 1973. De este valle paso al del Bidasoa, siempre en la provincia de Navarra. Ambos son muy verdes y con grandes caseríos de balcones adornados con rojos geranios.

Por esta zona de Navarra todo el mundo habla el antiguo vascuence correspondiente al valle o comarca en la que vive. En los pueblos grandes y en las ciudades del País Vasco se hable el Batúa, que es un euskera modernizado y gramatical que aprenden en la escuela.

La verdad es que Navarra es una provincia muy bonita y completa, quizás de las más bellas de España, pero muy cara. Las carnes y la merluza, al igual que la fruta y las verduras, son algo maravilloso, pudiéndose comer en cualquier parte, sea restaurante o tasca. La gente es amable y hospitalaria y no se observa ningún tipo de reticencia hacia los visitantes de otras partes de España que, dicho sea de paso, fueron escasísimos los españoles, no navarros, que he visto. Hay que decir, por otra parte, que el pan de barra es malísimo y lo mismo ocurre con el tintorro de nevera que te ponen en la comida.

¡Todo resulta tan verde! Los prados, los bosques, las montañas. Hay riachuelos y fuentes por todas partes, a pesar de que estamos en el mes de Julio.

Cuando dejé Navarra lo hice por las montañas de LESACA y entré en la provincia de Guipúzcoa, dejando a un lado a SAN SEBASTIÁN y a HONDARRIBIA ya que en ambos sitios he estado muy recientemente. Comencé a recorrer la costa de Guipúzcoa y Vizcaya: ORlO con los barcos entre las casas, ZARAUTZ con su enorme, pero hortera, playa, ZUMAIA con su puente peatonal en la ría, DEBA, con su gran playa en el pueblo y su antiguo hotel Miramar, en el que me alojé. Desde este pueblo costero hice unas bonitas fotos, puestas de sol, en las que se ve el cabo Machichaco.

Después, siguiendo siempre la costa, continué a MUTRIKU, con un puertecito con muchas barquitas y casetas de colores. De aquí a ONDARROA, en donde comienza Vizcaya, con casas cuyas fachadas están llenas de ropa colgada. A continuación a LEKEITIO, también con miles de barquitas y casas estrechas sobre el mar.

También paso por ELANCHOVE, con su monísimo puerto y sus calles en pendiente, donde como una merluza al horno maravillosa, regada con abundante txakoli. Después atravieso la feísima GUERNICA para pasar por el precioso puerto de BERMEO, el FARO DE MACHICHACO y la playa de ARMINTZA. Estos días duermo en una casita rústica con cierto encanto en BAKIO, cuya larga playa recorro descalzo un par de veces. Después sigo por la costa y paso por la central nuclear de LEMONIZ, después a GETXO, desde donde contemplo PORTUGALETE y su famoso puente colgante, al otro lado de la ría de BILBAO.

Paso por la ría sin detenerme en el horrible BILBAO (me refiero al Bilbao de 1996) y hago una corta escapada a la costa de Santander: CASTRO URDIALES, con su coquetón puerto marinero y LAREDO, con su preciosa playa y su pueblo antiguo. Llego a SANTOÑA, cuna de pescadores y fábricas de conservas, cuyo olor a arenques resulta insoportable. Me alojo en un pequeño hotel regentado por un matrimonio de artistas que vivió mucho tiempo en Mallorca. Por la mañana vuelvo a Vizcaya subiendo al "Mirador de la Provincia" desde donde observo una maravillosa vista hasta el mar.

Doy una nueva vuelta por la costa de Vizcaya visitando la playa de MUNDAKA en la bahía de GUERNICA. Después paso otra vez por BERMEO, ELANCHOVE, EA, LEKEITIO y, finalmente, ONDARROA en donde comienza la provincia de Guipúzcoa. A continuación paso por MUTRIKU y DEBA, permaneciendo nuevamente en el hotel Miramar frente a la playa. Aquí en DEBA, ceno en una tasca de comidas unas anchoas fritas buenísimas y detrás un enorme chicharro a la brasa, todo acompañado con sidra de aquí, que es más dulce que la nuestra de Asturias.

Dejé DEBA Y me adentré en el interior de Vizcaya, pasando por AZPEITIA, AZKOITIA (el Santuario de Loyola), ZUMARRAGA, BEASAIN y el puerto de montaña de LIZARRUSTI desde cuya cúspide comienza Nafarroa (Navarra). Atravieso la Sierra de Andía hasta ESTELLA, pasando por el monasterio de IRÁNZAZU, de escasísimo valor. Después a APELLÁNIZ, cerca de Vitoria, en la zona de MAEZTU, en plena sierra para descansar en un Agroturismo encantador. Al día siguiente desciendo por los ARCOS, LODOSA y CERVERA DEL ALHAMA en la provincia de Logroño. Visito el pueblecito de SAN FELICES en el que empieza la provincia de Soria, la que atravieso hasta llegar a ALMAZÁN y SIGÜENZA y estudio la posibilidad de volver a esta zona para visitar desde aquí la ALCARRIA y los PICOS DE URBIÓN.

Da pena dejar el verde País Vasco, su comida, etc. Ahora, nuevamente en Castilla, donde el verano convierte todo en una especie de llano desértico en el que sólo se ven colores ocres. De Sigüenza al aeropuerto de Madrid y de aquí vuelo a Palma.

Hasta la próxima.