Venezuela-Orinoco 01

Septiembre de 2001

Solo habían pasado unos días desde la horrible catástrofe de las Torres Gemelas de New York. Tuve que entrar en USA a través de Miami, tras extremados controles de seguridad. Afortunadamente aunque controlaron todo (incluidas las pinzas y el cortaúñas, que me quitaron) no se fijaron en los conflictivos y enemigos países suyos, cuyos sellos figuraban en mi pasaporte, los cuales, yo había visitado muy recientemente. A ­continuación pasé la noche en un muy confortable hotel del aeropuerto y por un diminuto precio pues, dada la situación de terror que había, los americanos no estaban moviéndose mucho de sus casas y los hoteles tenían ofertas especiales. A la mañana siguiente salí zumbando para Port of Spain, Trinidad, de donde partía mi barco-expedición.

Hacía unos 10 años que no había estado en Trinidad-Tobago (Tobago quiere decir tabaco y también el nombre de la pipa que usaban los indios para fumar, llamando al tabaco en sí: cohíba). En aquel entonces el país era muy pobre y recuerdo los viejos coches que había y que siempre estaban a un lado de la cuneta averiados. Ahora, con la ayuda del petróleo y el gas descubiertos, han conseguido mejorar el país sensiblemente: tienen una autopista, bastantes carreteras asfaltadas, menos paro, etc. Durante unas horas que tuve libre visité el ASA WRIGHT, parque nacional, en el que se observan muchos pájaros y mariposas en libertad, típicos de estos pagos.

Me instalé en el barco, en un aceptable camarote, y no fue necesario compartir cabina con nadie, lo que me alegró muchísimo. El barco era pequeño y nosotros éramos 52 e íbamos muy cómodamente. No conocía a nadie, aun cuando esperaba encontrarme con algún conocido de otras expediciones: ANTÁRTICA, PACÍFICO SUR, etc. Pronto hice amigos. Eran todos americanos, muchos de ellos ornitólogos y ecologistas y sabían mucho de pájaros. En mi camarote tenía un cómodo aseo y un buen armario, todo ello siempre considerando que se trataba de un barco pequeño, con un amplio ojo de buey por el que contemplaba lo que pasaba en el mar. Los americanos, siempre tan educados, fueron muy cariñosos conmigo y pude ver en ellos su tristeza y preocupación por el acto terrorista de NY.

En pocas horas llegábamos a la gran desembocadura del Orinoco con nuestro barco el "Clipper Adventurer". La comida era muy gustosa, mejor que las que he comido en expediciones anteriores. Las conferencias eran buenas, pero nunca del extraordinario nivel de la expedición a la Antártida. Teníamos un historiador, especializado en temas de la amazonia, dos ornitólogos profesionales y expertos en la zona, y un botánico. Venían con nosotros en nuestras incursiones por la jungla, utilizando potentes zodiacs para desplazamos por arroyos y afluentes del Orinoco y del Amazonas.

Un indio, llamado Caento, especializado en tribus y vida en los ríos estaba, también, siempre con nosotros. Sobre el terreno iban explicando temas relativos a la amazonia, pájaros, plantas y vida en los ríos y riberas. Además, teníamos las conferencias sobre temas específicos y, cada uno de nosotros podía sugerir nuevos temas o, como hice yo, hacer exposiciones de determinados puntos del viaje. Desarrollé un asunto sobre el funcionamiento hidráulico del Amazonas y sobre la vida de algunas tribus en la desembocadura del Orinoco.

Uno de los botánicos: JOHN, inglés de pura cepa, me contó como pasó en una pequeña embarcación desde la cuenca del Amazonas a la del Orinoco.

Yo recorrí, hace unos 10 años, ese tramo por carretera. A las 5 de la mañana ya estábamos en pié y a las 6, ya desayunados y listos; zarpábamos en nuestras zódiacs para descubrir zonas selváticas de los arroyos y afluentes del río. Durante la noche nuestro barco avanzaba, muy lentamente río arriba para, a la mañana siguiente, acercamos a nuevas áreas de selva.

De este río visitamos el delta de su desembocadura y algunos arroyos, junto con los diferentes brazos con los que sale al mar. Una enorme zona de éste se ve manchada de barro, más de 100 Km., antes de llegar al océano. Dentro de esa área viven indios, bien aislados o bien en diminutas aldeas, con una población total de unos 50.000.

El delta del Orinoco tiene unas 35 salidas al mar, en unos 150 Km. de anchura y tiene, de promedio a lo largo de su recorrido, unos 4 Km. de anchura. Su longitud es de 2.300 Km. y el nivel de sus aguas puede oscilar unos 15 m. El famoso explorador HUMBOLDT llegó hasta sus orígenes en 1799. La densa vegetación, bosque húmedo o selva tropical, resulta interesante y peligrosa. Su flora y su fauna llaman la atención hasta a los más inexpertos sobre el tema. Su cuenca tiene una superficie equivalente al doble de la de España.

Y comienza, uno a ver colibríes: hay más de 10 especies diferentes y mariposas, (600 especies distintas) y plantas de todas clases: mangos, jacarandas, con sus florecitas de campanilla, tucanes de mil especies. Hay indios a lo largo de las riberas de los pequeños arroyos que no conocen una sola palabra de español, etc., etc., etc. ¡Un placer!

Los indios viven en diminutas aldeas formadas por cabañas hechas de madera y apoyadas en troncos, que penetran en las aguas del río, como pilotes o bien en casetas aisladas alrededor de las cuales plantan un poco de maíz y un poco de caña de azúcar.

Viven con lo mínimo. Pescan en el río, con lo que consiguen proteínas. Las chabolas en las que viven solo tienen una habitación y ellos duermen bajo el porche que tienen delante, en hamacas colgadas entre poste y poste. El grado de humedad es muy alto y vivir en esas condiciones contribuye a reducir, muy sensiblemente, su esperanza de vida. Su idioma es el GUARAO y ellos dicen ser indios guaraos. No saben una sola palabra de español, a pesar de vivir en Venezuela. Son muy tímidos y no se atreven a saludar. Cuando los cruzábamos en el río se ocultaban con su canoa tras un matorral para no ser vistos. Nos tenían miedo. Siempre utilizan sus pequeñas canoas, construidas vaciando el tronco de un árbol, desde las que pescan y con las que se trasladan.

Se veían, a nuestro paso por las aguas y la selva, muchísimos loros, monos howler y perezosos, etc. Ahora bien, tanto aves como monos se veían siempre muy alejados, a mucha altura, sobre el dosel del bosque húmedo. Además hay muchas ramas, árboles y hojas que impiden una clara visión. Un objetivo mínimo para fotografiar algo "decentemente" comienza por 400 mm. Además, para colmo, los animales son muy escurridizos... en fin, un desastre a la hora de fotografiarlos. Me acordaba de que en África es todo lo contrario. Se ven muchos buitres, halcones, kingfishers, etc.

A las 6 de la mañana dejábamos nuestro barco y partíamos, en grupos de 5 expedicionarios, en nuestras respectivas zodiacs, para recorrer algunas zonas desconocidas de la jungla: entrábamos en la selva con guías y machete en mano. Bien protegidos y cubiertos, mucho repelente encima y a caminar. Así pasábamos el día y, al llegar la noche, regresábamos al barco en el que teníamos, antes y después de la cena, nuestras reuniones, coloquios, charlas, etc. Hice una pequeña exposición sobre la vida y costumbres de los indios guaraos, su idioma, su falta de adaptación, etc. Resultó interesante.

Esta zona de la desembocadura, llamada ARATURE, es la menos conocida o explorada. En ella hay muchos manglares y enorme diversidad, tanto en flora como en fauna. Una vez pasados unos días por la zona del enorme delta y haber cubierto nuestros objetivos, zarpamos hacia el Amazonas, océano atlántico abajo, deteniéndonos, unas horas, en las islas SALUD (famosas por la prisión de "Papillón" en la isla del Diablo) de diminutas dimensiones. La recorrimos a pié, pues solo tienen unas 30 hectáreas de superficie estas islitas que componen el archipiélago de la Guayana francesa.

En la islita Royale hay un pequeño albergue, en la de San José están los restos de la antigua y famosa prisión en la que, además de Papillón estuvo preso DREYFUS, el famoso judío militar del ejército francés y en la islita del Diablo estaba el resto de la penitenciaría, en la que los presos estaban sueltos y les enviaban comida por medio de un cable desde la isla Royale. En las islas no hay mosquitos, debido a las constantes brisas, pero si hay muchos pájaros como los TANAGERS, ROBINS etc.