Galicia 94

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Año 1994

Este viaje por Galicia arranca en Ribadeo, que de asturiano ya no tiene nada, visitando los pueblecitos de los alrededores como Castropol y Figueras. Aquí comencé a saborear la gastronomía gallega: pulpo, almejas marinera, empanada, ribeiro y albariño. Todo muy barato. La ría es muy bonita cuando la marea está alta.

El recorrido de Ribadeo a Lugo es muy agradable por tratarse de una zona virgen, sin pueblos, con frondosos bosques de coníferas y eucaliptos. Lugo sigue sin tener interés como la última vez que estuve, y A Coruña continúa con su preciosa plaza de María Pita, su Paseo Marítimo con los típicos ventanales blancos, etc. Ferrol, siempre tan horrible, hasta el extremo que no hice ni una sola fotografía. Su Parador, frecuentado casi exclusivamente por militares de Marina, es idóneo para preparar un golpe neofranquista. En un pueblecito próximo, llamado Neda, encontré un Pazo restaurado como hotelito rústico muy agradable, cuya decoración me resultó muy acogedora.

Santiago de Compostela resulta cada vez más coqueta y agradable. Es una ciudad que mejora año tras año. El Parador de los Reyes Católicos está ahora invadido por grupos turísticos masivos.

En cuanto a las rías… ¡Qué puede decirse de esa maravilla! Comencé por la de Muros y Noia que recorrí lentamente, continuando por la de Arosa con una parada obligada en Cambados, capital del albariño, donde disfruté de una suculenta cena, una visita por su centro antiguo y una estancia en el Parador. A continuación, dentro de la misma ría, El Grove que es el puerto pesquero más importante de las rías. De aquí una visita corta a la isla de La Toja que he encontrado mejorada.

Continúo con la ría de Pontevedra visitando Sanxenxo, precioso lugar de vacaciones, Combarro con su barrio viejo muy cuidado y sus preciosos hórreos en piedra y Pontevedra con su centro antiguo.

Visito la ría de Vigo, de poco interés, y encuentro la ciudad cada vez más industrial y por supuesto ya no tiene aquellos tranvías tan típicos, aunque sigue manteniendo sus cuestas. La encontré más limpia y mejor edificada. Recorrí el típico barrio del Berbés. De Vigo salté a Bayona que sigue siendo un precioso lugar de vacaciones. Tiene un bonito barrio antiguo de pescadores, una amplia playa sobre la pequeña ría, y uno de los mejores Paradores rodeado por una antigua muralla de piedra con maravillosas vistas al mar y la montaña.

Bordeando la abrupta costa Atlántica continúo a La Guardia que es un tranquilo y colorido pueblo pesquero con muchos veraneantes. El Miño desemboca al mar en esta zona. Seguí aguas arriba del río hasta Tui. Este pueblo situado sobre una colina y con un precioso y pintoresco aire medieval tiene un pequeño barrio viejo agradable y un bonito Parador. De Tui voy a Porriño, capital del granito, donde compruebo que las fincas, los huertos, los parrales, las casas, etc., etc., están todos construidos en ese granito gallego tan duro y tan bien trabajado.

Cierro mi viaje por Ourense que es, sin lugar a dudas, la capital gallega más fea, más pobre y más calurosa. Salvo uno de los múltiples puentes que cruzan el río Miño que, al parecer, fue romano en su día, el resto del "pueblo" no vale para nada; ni la catedral, ni el barrio antiguo, ni el famoso restaurante "San Miguel”...

Verín fue mi última parada saliendo de Galicia. Por aquí finaliza la provincia de Ourense. El pueblo vale muy poco y salvo el castillo de Monterrey el resto no tiene interés. Pasé la noche en un cómodo Parador situado en las afueras del pueblo.

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Comentarios

Tras una larga ausencia de esta región, que siempre fue una de mis favoritas, haría las siguientes observaciones:

  • Galicia es menos pobre de lo que era, pero todavía le queda un buen trecho por recorrer para ponerse a la altura de la media de las otras comunidades autónomas.

  • Las carreteras han sido mejoradas pero siguen siendo malas, peligrosas y con mucho tráfico. Habría que invertir algunos "billones" para ponerlas a la altura de las andaluzas del PSOE.

  • El buen marisco y el pescado, en general, se van de Galicia hacia el extranjero o hacia comunidades autónomas de nivel de vida más alto, quedando aquí el pescado más económico.

  • Se observa un gran abandono de las calles, las casas y la limpieza en general. Las gentes son amables y hospitalarias y por supuesto el albariño y el ribeiro siguen siendo unos vinos riquísimos.

  • Los paradores de Bayona, Tui y Verín son buenos y el de los Reyes Católicos muy bueno: ahora bien, el de Ribadeo y el de Pontevedra son malos y precisan de una reforma a fondo.