Brasil(el)-Bahía 02

Octubre 2002

La última vez que estuve en el Brasil fue exactamente hace un año, entonces recorrí unos 1.400 km del Amazonas en una expedición que me llevó, río arriba, desde su desembocadura hasta Manaos.

En esta ocasión visité exclusivamente el Estado de Bahía en donde nunca había estado. Coincidí en fechas con la celebración de las elecciones presidenciales de la república: Lula fue el ganador, pero el real, moneda del país, se ha ido devaluando ya que el gran capital y USA no le creen adecuado para el desarrollo del país.

El Estado de Bahía, cuya capital es la famosa ciudad de Salvador de Bahía, aunque los brasileiros la llaman, simplemente, Bahía, está poblado por un 80% de gente de raza negra de origen africano. Tiene una superficie algo mayor que la de España (El Brasil es 17 veces mayor). La población del área urbana de Salvador es de casi 3 M, dicen ellos (¿). El Estado tiene 14 M y el Brasil 170 M.

Una semana por aquí fue suficiente para conocer bien la zona pues todos los días hacía excursiones costa arriba o costa abajo para recorrer playas, fuertes, poblaciones costeras, etc. Además me di una amplia vuelta en barco por la Bahía de Todos Los Santos y visité las islas de Itaparica y Dos Frades con preciosas playas vírgenes de arenas blancas. También visité pequeñas lagunas y manglares. En una de las playas las tortugas iban a desovar por las noches. Las playas parecían peligrosas, con aguas turbias y con mucha pendiente.

El portugués que hablan parece un dialecto pues no se les entiende casi nada, lo que no ocurre en Portugal donde casi todo se entiende bien. Son católicos o bien practican el Vudú que trajeron de África y que llaman Candombeé.

Paseé detenidamente por la ciudad recorriendo la parte antigua: zona de Terreiros de Jesús, La Barra, el mercado, el elevador Lacerda, etc. y pude comprobar en diversas ocasiones que la comida, aún en los mejores restaurantes, no tiene mucho sabor. Concretamente pescados y mariscos no saben a nada. Hice algunas compras en los mercados turísticos y en los comunes que utiliza la gente local. Había piedras preciosas, ropas típicas, muñecas, conchas marinas, pinturas de estilo naif, etc. Quizás lo más típico de la ciudad de Salvador sean las casas del barrio antiguo que están pintadas de llamativos colores.

Si me atreviera a decir que Portugal es el país en donde se puede tomar un maravilloso café en cualquier parte del mismo, debiera atreverme, también , a decir que el café de Bahía, amargo como el solo, se toma igual de malo en el hotel, en los bares, en los restaurantes, etc. Al parecer no mezclan distintos cafés, al hacer el torrefacto o tostado, como se hace en Italia, Francia, España, Portugal, etc. Además es bastante flojo, una especie de café de calcetín.

En cuanto a la fruta, quizás la mejor sea la piña tropical seguida de los mangos que aquí maduran con color morado. La papaya no tiene sabor alguno y lo mismo ocurre con las uvas y la sandía.

Pues bien, Brasil, hasta otra.