Mónaco 05

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Abril de 2005

Hacía ya unos años que no regresaba a este encantador principado o, más bien, ciudad-estado. Es el segundo estado más pequeño de Europa, después del Vaticano. Afortunadamente, nada tiene que ver con la Costa Azul francesa: hay más orden, más limpieza, más seguridad, menos inmigración descontrolada, más cortesía…por supuesto es más caro y hay, quizás, menos espacio, pero sin lugar a dudas se está mejor en muchos sentidos, al menos desde el punto de vista del visitante. Los hoteles son más caros, pero también mejores y siempre existe la posibilidad, así lo hice yo, de alojarse en Niza y tomar el tren cada mañana ya que en 15 minutos se llega.

Obviamente se trata de un país con un nivel de vida alto, muy alto. Por decir algo, multiplica por tres el de España, colocándose por encima de los 180.000 dólares. Tan pequeño es que solo tiene una superficie de 2 km2; algo así como 2,5 km de largo por 0,8 km de ancho, mientras que su población no pasa de 36 mil habitantes y su mini capital, Monaco-Ville, no llega ni a mil. El soberano actual es Felipe Alberto II de la antigua dinastía Grimaldi. Por supuesto es miembro de la ONU. Es muy difícil conseguir la residencia de la que participan solamente 24 mil extranjeros que respetan sus leyes a rajatabla. Son muy selectivos con los inmigrantes. La lengua oficial es por supuesto la francesa pero se habla mucho italiano y monegasco (una especie de antiguo occitano). Son, oficialmente, católicos en un 85%.

No sobrevivirían sin el turismo y, por tanto, sin los ingresos que sus visitantes proporcionan al Casino de Montecarlo, situado en una de las famosas comunas o distritos del mini-país. Otras comunas famosas son las de Condamine, Fontvieille, Mónaco-Ville, etc. Su actividad financiera es impresionante y prácticamente el 100% de la población tiene 2 teléfonos. No solamente tienen ese maravilloso casino sino, además, una encantadora filarmónica, unos bellos hoteles, como el de París, jardines, el famoso café París, competiciones como el Grand Prix de Mónaco (fórmula 1), opens de tenis en el que Rafael Nadal participa, etc. etc.

Es remarcable la construcción del siglo XIX, la llamada belle époque, por todas partes: limpia, bien restaurada y pintada; el área del casino: formado por varios edificios, cafés, ópera, preciosos jardines y, ya no digamos, el promontorio donde se ubica, no solo el Mónaco antiguo sino el palacio del Príncipe, con toda la parafernalia del cuerpo de guardia y el cambio de la misma. Esa parte del promontorio tiene una construcción formada por cuidadas callejuelas en las que abundan los pequeños restaurantes y las tiendas de regalos y en la que está situada también la Catedral, construida con un cierto estilo bizantino y que parece gemela a la del Sacré-Coeur de París.

En estos días están trabajando en el enorme andamiaje que supone la instalación de tribunas y demás equipamientos para la carrera de Fórmula 1 que se avecina.

Pues bien, Mónaco es un lugar agradable para cualquier viajero así que volveré.