Miscelánea portuguesa 05

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos , dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Año 2005

Portugal queda tan cerca que vamos cuando queremos, ¿no es verdad? Basta con tomar el coche y con la disculpa de acercarse a Salamanca, Cáceres, Galicia… nos colamos en el país vecino, en el país del bacalao, del buen café, de las compras, de las nuevas autopistas, del fado y la morna, de la amabilidad y la hospitalidad, de lo cutre junto a lo moderno, etc. etc.

Precisamente por ser vecinos, los hemos estado observando los últimos 35 años, si, desde que “los claveles” salieron a relucir…y ¡qué revolución más bonita tuvieron! No quise perdérmela, salí corriendo allá por mediados de los 70. Recuerdo que se acababa de dar la independencia a las colonias: Mozambique, Angola, Sao Tome y Príncipe, Guinea y Cabo Verde. Debido a ello muchos funcionarios, empresarios, familias, etc. habían regresado a la metrópoli y no cabía un alma.

También recuerdo que, en aquel entonces, llegué a Lisboa con mi Seat 124 junto con un compañero de viaje, y desde el primer momento nuestra obsesión fue la de buscar habitación pues nos habían anunciado la práctica imposibilidad de encontrar hotel, pensión o casa privada en la que alojarnos. Tras un fracaso rotundo entramos en un bar a picar algo, como cena, y decidimos prepararnos para pasar la noche en el coche pues era el mes de marzo/abril y todavía hacía frío. Afortunadamente, en ese bar conocimos a un arquitecto del ayuntamiento de Lisboa, el cual nos sugirió que podíamos acudir a una casa de citas y pedir habitación (!) Pues bien, nos acompañó como traductor y, efectivamente nos alquilaron una.

No recuerdo haberme reído tanto en mi vida: estaba pintada toda ella de rojo, con techo formado por espejos y figuras eróticas en las paredes, colcha de la cama en rojo, etc. etc. Ya no importa pero, posiblemente, la “encargada” pensó que éramos pareja…en fin, salimos del paso y la noche siguiente la pasamos en un pueblo de las afueras.

Pues bien, anímate viajero, ya sé que has estado en Portugal, así que vuelve de nuevo y disfruta lo mucho que tienen, incluidas sus Pousadas.

Hasta otra.