Lesotho 00

Septiembre de 2000

Lesotho, de superficie similar a la de Cataluña, sólo tiene una población de 2,2 millones de habitantes. Ahora, en invierno, las temperaturas pueden bajar hasta 7°C bajo cero y nevar abundantemente en las montañas las que, configuran, una buena parte del país. Su capital MASERU tiene unos 300.000 habitantes y el nivel de pobreza es muy bajo.

Es miembro de la COMMONWEALTH y está asociado a la CE. Fue una colonia británica, que pasó a ser independiente en 1966, y consiguió un sistema democrático en 1994. La unidad monetaria es el "LOTI", en plural "MALOTI", dividido en 100 LISENTES. Tiene una paridad exacta con el Rand sudafricano y circulan ambos en billetes y monedas.

Debido a la miseria y a las enfermedades, la esperanza de vida para los hombres es de 50 años y para las mujeres de 54, y eso que no fuman. Los grupos étnicos que componen la población son: los SOTHOS, que suponen un 85% de la población y los lulúes el 15% restante. En cuanto a religión el 90% son católicos y el 10% animistas. Aunque el idioma oficial es el inglés, junto con el sesotho, es difícil encontrar gente que lo hable aceptablemente.

El mayor recurso económico es el agua y la energía hidroeléctrica. Como llueve mucho y es muy montañoso han ido construyendo presas, con ayuda del banco mundial, en las que almacenan agua y aprovechan la altura de éstas, alrededor de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, para la instalación de centrales hidroeléctricas.

Una buena parte del agua y de la energía eléctrica son exportadas a Sudáfrica, lo que supone una buena entrada de divisas. En la actualidad hay un importante proyecto que comprende un sistema hidráulico muy ambicioso. Sudáfrica sigue necesitando más agua para sus ciudades y más energía eléctrica. Otra riqueza de LESOTHO es la suave lana de las ovejas MOHAIR, que he visto y acariciado, y que me han recordado a las vicuñas del Perú por su similitud. Tienen algunos diamantes, no muchos.

El analfabetismo ronda el 30% y el desempleo el 69%; en parte debido al regreso de los mineros que trabajaban en las minas de Sudáfrica. Un 40% de la población vive en la más absoluta pobreza. La mortalidad infantil se acerca al 1%.

Me pasé 3 días recorriendo las montañas, subiendo y bajando puertos y rodeado, a veces, de nieve que alcanzaba un espesor de 3 palmos. Hasta llegué a ver trabajar una máquina quitanieves. ¡Es increíble esto en África! Como no llevaba mas ropa que la que habitualmente utilizo en África, he pasado un frío horrible: tenía que llevar 2 pantalones, más el del pijama debajo, dos camisetas, un jersey grueso y un cortavientos. Remonté los 3.000 m. de altura de su amplio macizo montañoso.

Visité el KATSE DAM uno de los embalses, inaugurado hace un año, con su correspondiente presa de 185 m. de altura situada a 2.000 m sobre el nivel del mar; lo encontré en mi largo recorrido de varios días, junto con otros embalses más pequeños. En el último año este embalse ha suministrado a Sudáfrica más de 500 Hm3 al tiempo que la correspondiente energía eléctrica. Tuve mucha suerte con el tiempo pues en la parte alta de las montañas lucía un precioso sol con un increíble cielo azul.

Las gentes de la montaña se dedican al pastoreo pues, además de las famosas ovejas, tienen muchísimo ganado vacuno. Por el campo no se ven árboles ni pájaros.

Los lesothenses son buenos, lentos, indolentes y un poco ladrones (lo que es comprensible si quieren sobrevivir). Se parecen a los suazis. Ellos son feos y ellas horribles. En lugar de melena ellas parece que llevan greñas.

Quizás lo que más me ha gustado de la gente de Lesotho y de Angola, es que no tienen un maldito teléfono móvil que te dé el "coñazo" todo el día vayas donde vayas. Intentaron robarme pero, con suerte y rapidez, detuve la mano del ladrón el cual me pidió disculpas para que no gritase o llamara a la policía. No la habría llamado en ningún caso.

Dejé LESOTHO para entrar en Sudáfrica, donde había estado ya un par de veces, y visitar el Parque Nacional de KRUGER.

Hasta otra.