Chile-T. del Fuego-

Pta. Arenas 96

Febrero de 1996

Había estado anteriormente en esta zona de los paralelos cincuenta y tantos. El paisaje es horrible, negruzco, y sin árboles ni arbustos. Llama la atención encontrarse con una ciudad de cien mil habitantes en un lugar tan inhóspito como este y perdido del mundo, en donde he visto como nevaba en pleno verano. ¡Como será el invierno! Por esta zona ha habido una serie de minas de oro, hoy en día abandonadas, que contribuyeron al asentamiento de tanta población, manteniéndose ésta gracias al descubrimiento de petróleo y gas natural y a que se industrializara.

Pude darme un salto al Parque Nacional de las Torres del Paine. Los pueblos de esta área magallánica están formados por casitas pintadas en colores fuertes que el frío y la nieve van suavizando poco a poco, dándoles un cierto encanto.

El chileno es, en general, agradable y hospitalario, pero sigue siendo tan indolente como lo era en la época en que estuve por aquí la última vez, hace diez años.

Punta Arenas