Chile-Chiloé-Valparaíso-Viña del Mar 14

Febrero de 2014

Posiblemente habré estado con anterioridad en este país unas seis veces. Varias para visitar la Isla de Pascua (Rapa Nui), camino de la Polinesia, varias para conocer el desierto de Atacama, el centro de Chile, la Antártica, la región magallánica, Juan Fernández, etc.

En esta ocasión he venido con la intención de intentar, nuevamente, saltar al archipiélago de Juan Fernández, y recorrer la Región de los Lagos y la isla Chiloé. Cada vez que vengo encuentro un país mejorado, con nivel de renta superior, más industrializado, etc.

Datos actualizados del país: Esta república, independiente desde 1818, que supera la superficie de España en un 50% y que su longitud, de norte a sur, sobrepasa los 4.000 kilómetros, cuenta ahora con una población que se acerca a los 18 millones; su capital administrativa, Santiago, tiene una aglomeración urbana que sobrepasa los 7 millones mientras que la capital legislativa, Valparaíso, solo se acerca a los 300 mil. Son necesarios 750 pesos chilenos para poder ser cambiados por 1 euro. El pasado año hubo serios enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad contra las políticas económicas y sociales. En las últimas elecciones, nuevamente, una mujer socialista ha vuelto al poder. Recientemente ha concluido el litigio que por su frontera han mantenido, durante décadas, Perú y Chile, con una resolución un tanto salomónica. Chile mantiene su zona petrolífera y Perú ensancha sus aguas.

Ahora, el servicio militar es voluntario y, por otra parte, el sistema judicial actual sigue al español, no teniendo pena de muerte y una ley de divorcio desde 2004. El hombre tiene una esperanza de vida de 76 años y la mujer de 82. Como grupos étnicos tenemos al mestizo que alcanza el 70%, el blanco un 25% y el resto, el 5%, corresponde a amerindios y otros. Hay un 70% de católicos, un 15% de protestantes y el resto, un 15%, responde a ateos y otras religiones. Su PIB por habitante es de 15 mil dólares, la mitad del de España, y su paro es del 6,5% y del 50% en la mujer. La enseñanza primaria, desde los 6 a los 14 años, es obligatoria y gratuita. Solo hay un 1,4 % de analfabetismo, mientras que en España hay un 2,3%. La asistencia hospitalaria es gratuita solamente para los mayores de 60 años. Hay 1,6 médicos por cada mil habitantes, como referencia en España 4,1.

Tiene una fuerte industria agrícola, en la que destaca la fruta y los vinos; también mucha pesca, ganado de todo tipo, gigantescos recursos minerales, gas natural, petróleo, tabaco, etc. Se trata de un país con una gran riqueza natural. Tiene muy importantes socios comerciales como USA, China, Japón, Brasil, Argentina, etc. De China importan coches a precios increíblemente bajos. La visita al archipiélago de Juan Fernández resultó truncada dado que la poca frecuencia de los vuelos me exigía una estancia demasiado larga.

ISLA CHILOÉ

Tras mi estancia en Santiago, volé a Puerto Montt para, a continuación, conducir hacia el sur para visitar la isla de Chiloé y, posteriormente, remontar hacia la Región de los Lagos para recorrerla durante una semana.

Conduje hacia el embarcadero del que parten los transbordadores a la isla de Chiloé. El mal tiempo, acabé sabiendo, es la constante de esta parte de Chile: llueve 3.000 litros al año, lo que deja a Galicia como un desierto…ahora, en pleno verano, tampoco se toma un descanso el tiempo y ¡llueve todos los días! un diminuto trasbordador, de una naviera llamada Cruz del Sur, en el que no cabían mas allá de 3 autobuses y seis coches, tardó 40 minutos en cruzar un “estrechisimo” estrecho. Lo hizo bajo una intensa lluvia que me impidió ver el mar y poder tomar alguna fotografía. Me desplazo de Pargua, en la parte continental, a Chacao, pequeño puerto sobre la costa de Chiloé. Veo palafitos pintados. Conduzco después a Ancud, aldea de pescadores, en la que nos comimos una buena merluza y un buen congrio a la plancha, con cerveza local, de marca Cristal, que es agradable y ligera. Más tarde, durante el viaje, bebería la cerveza Austral-Calafate que tiene más sabor y cuerpo.

El archipiélago apenas recibe extranjeros; al menos yo no los he visto. Pero si llegan los chilenos, turismo interior, deseosos de conocer rincones de su gran país. Recorriendo la isla se ven muchos alerces, casas de madera pintadas en llamativos colores, con tejas de madera de alerce que es muy dura e impermeable. En otras ocasiones, los tejados llevan chapa ondulada o teja plana de imitación. Chiloé tiene buen pescado y buen marisco y su vegetación parece fueguina pues, además de sus inmensos bosques, tiene matorral y helechos. De vez en cuando aparecen algunas plantaciones de eucaliptos. Hay un área en la costa de su capital Castro, a la que llego al caer la tarde, con edificaciones de madera construidas sobre pilotes, también de madera, clavados sobre el fondo del mar: los conocidos palafitos. Los constructores de casas e iglesias tardaron muchos años en conocer o disponer de puntas de hierro con las que unir la madera, así que la enlazaban con uniones muy trabajosas y precisas. Haber construido en madera y sin clavos antiguas iglesias y otros edificios en el siglo XVI, los que, por cierto, todavía se mantienen en pie y en muy buena forma, tiene un mérito impresionante. Los primeros clavos que se usaron fueron tomados de embarcaciones embarrancadas en sus costas.

Chiloé, que los chilenos pronuncian Shiloé ya que la ch la convierten en “Sh”, es la mayor de las 21 islas que componen el archipiélago que lleva su nombre; tiene unos 250 km de largo, de norte a sur, y unos 50 km de ancho, de este a oeste; un lluvioso clima que coloca a Galicia a nivel de desierto…llueve unos 3.000 litros/m2, mientras en nuestra Galicia “solo” llueve 2.000/m2. Chiloé parece la Galicia de Chile: la lluvia, las buenas patatas, el buen pescado, el buen marisco…y, curiosamente, su “santa compaña” y su mitología con sus ancestrales leyendas….Las papas de aquí son de color blanco, morado, azul o rojas y los mejillones son enormes aunque no tan sabrosos como los gallegos. Dentro de las islas hay enormes lagos en los que abunda la pesca. La superficie de la isla duplica ampliamente la de Mallorca. Además tienen grandes piscifactorías en las que el salmón es el principal producto. Por si fuera poco, hay amplias playas vírgenes, de arena blanca, con sus correspondientes dunas.

Se trata de una pequeña población, de solo 160 mil habitantes, que vive del mar y están repartidos entre todas las islas. Miran al Chile continental de la misma forma que lo hace la población de la Isla de Pascua o, en otro tiempo, las Canarias miraban a España. Los mayores pueblos, incluida la capital, no sobrepasan los 40 mil habitantes. Castro, tiene una bella y colorida catedral con un interesante interior y, además, un sinnúmero de palafitos adaptados, algunos de ellos, como pequeños hotelitos familiares.

Los habitantes de Chiloé han sido llamados chilotes por los chilenos. Y ellos llaman a los demás chilenos contis (continentales). Los primeros habitantes de las islas fueron los chonos, los que fueron desapareciendo o mezclándose con los del continente. Los auténticos aborígenes que quedan en las islas son los huilliches que dicen existir desde hace unos 8.000 años. Pasé unas horas con uno de ellos, un tal Pedro, defensor de sus islas, de su historia, de su independencia, de sus tradiciones, de sus comidas, etc. Él mismo me decía que, “dado que Chiloé fue el último reducto de los españoles en su huída, los nativos habrían preferido, en su día, haberse quedado bajo la bandera de España, ya que el sometimiento al Chile continental podría resultar aún más duro… y así fue”, me dijo.

El pueblo de Chonchi, al que llaman la ciudad de 3 pisos, tiene ciertas particularidades como son su licor de Oro, me imagino que es una especie de orujo gallego, y sus rosquillas; además, como en Galicia, recogen, en las mareas bajas, grandes cantidades de almejas y navajas. El pueblo, construido sobre calles a tres niveles, tiene mercado, museo de acordeones, paseo marítimo, puerto pesquero y edificación típica en madera pintada.

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Visité el pueblo de Dalcahue, de unos 10 mil habitantes, dedicado a la pesca y al transporte marítimo de vehículos, mercancías y pasajeros a la vecina isla de Quinchao. Salté en trasbordador a esta isla, la que recorrí y visité algunas de sus famosas iglesias, (tres de ellas Patrimonio de la Humanidad), comprobando que su nivel de vida es más alto que el de las islas restantes. La isla está limpia y ordenada. El especial trabajo en la construcción de las iglesias en madera, junto con su belleza, es espectacular; hay que tener en cuenta que datan del año 1760. En ellas todo el trabajo se ha hecho sin clavos y las tejuelas, tejas pequeñas de madera de ciprés y alerce, cubren y protegen los techos de la lluvia, al igual que las paredes exteriores. Han aguantado terremotos, incluido el tan espantoso, de nivel 9,5, del año 1960. Muchas de las iglesias de Chiloé fueron construidas por los jesuitas como ermitas, pero tras la expulsión de los mismos del continente americano, siguieron restaurándolas los franciscanos. El coihue, es otra de las maderas especiales que sirven para construir iglesias.

En la interesante mitología chilota, como pasa en Galicia, aparecen personajes como el tentevilu que es un monstruo subterráneo, el caballo marino, el cuchibilu, especie de cerdo con piernas de culebra, etc. Sus embarcaciones antiguas, llamadas dalcas, eran manejadas por mujeres llamadas dalcahué, y han dado su nombre al pueblo de Dalcahué.

Por el campo, además de sus prados y bosques con alerces, aparecen chopos y otros árboles típicos del bosque templado: abedules, robles, etc. , así como cipreses y lumillas, estos últimos autóctonos del lugar y cuya madera es muy apreciada. También abundan los canelos, árboles también utilizados en la construcción de sus casas. El manzano, al igual que en Galicia y Asturias, es el frutal más común. El ciprés y el alerce son quizás los árboles o las maderas más utilizada en la construcción de las iglesias (unas 400 en todo el archipiélago), maderas que al ser tan duras, pesadas y poco porosas, evitan el paso del agua. Unas 16 iglesias de las islas han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad.

El Parque Nacional de Chiloé, de 430 km2, es un lugar extraordinario con una flora especial, con zonas de bosque húmedo, lleno de musgo y helechos, con lagunas y con 110 especies de pájaros. Entre las plantas autóctonas figura la nalca, comestible, de grandes hojas y con una bonita piña, entre ellas, donde se albergan las semillas. Dentro de él, existe una comunidad de hulliches, etnia que clama por el territorio del parque. También dentro del parque hay una gigantesca playa virgen. Hay varios itinerarios marcados y cada uno, según su parecer o tiempo del que dispone, elige el más adecuado.

VIÑA DEL MAR Y VALPARAÍSO

Nunca he conseguido ver el atractivo de estos dos lugares de la costa chilena; creo que esta es mi tercera visita y sigo sin verlo. En esta época del año, cuando hace un par de meses que no llueve, el polvo cubre tierras, vegetación y casas en esas colinas de Viña del Mar. Para colmo, además de este ambiente seco, aparece la aparentemente oxidada refinería de petróleo que acaba de arruinar el paisaje. Afortunadamente, y en terrenos anteriores a estos, cerca de la carretera se ven las vides con sus verdes hojas intuyendo las uvas y los caldos de calidad que aquí se producen. Grandes bodegas y cosecheros han nacido en estas tierras del Valle de Casablanca. Por aquí anda Concha y Toro. Aunque los muy enterados suelen decir que las mejores cepas están en el área de San Fernando…Colchagua. Yo no sabría…

Pero me llamó la atención ver grandes plantaciones de olivos, al parecer muy productivos. Llegué a Viña del Mar a las 11 de la mañana y en pleno verano, con solo 15 grados de temperatura. Como iba en camisa pase mucho frío. Además de los vinos y la refinería, hay también ingresos por turismo y pesca.

En la costa se ven pelícanos, cormoranes, lobos marinos y algunas caletas de pescadores. Viña del Mar es muy poco atractiva, hablando bajo el punto de vista turístico. Hice la ruta costera que va hacia Valparaíso. Observé que tenían un casino Municipal cuando pasaba por el centro de su núcleo urbano y un reloj de flores. Además Quinta Vergara, Jardín Botánico, etc.

En cuanto a Valparaíso, en donde también surgen buenos vinos, como los de Veramonte y Primus, la belleza está en sus cerros, en el anfiteatro, en el puerto o en la bella plaza de Sotomayor con su monumento a los héroes de Iquique, el cuartel de la armada, el edificio Grace, etc.

Resulta agradable visitar los cerros de Concepción y Alegre en los que todas la edificaciones, incluidas las iglesias, han sido muy bien restauradas. Buenas vistas desde ellos. Puede que sea la visita más importante en Valparaíso. Al parecer hay unos 15 ascensores aunque, creo, son muy pocos los que funcionan correctamente. En el puerto, que por cierto estaban de huelga, me pareció que su actividad era menor que la que tenía la última vez que estuve por aquí.

Visite la casa que Neruda tenía en Valparaíso, llamada Sebastiana. No tiene valor arquitectónico.