Túnez 88

Abril de 1988

Túnez es, sin lugar a dudas, el país árabe más limpio (o menos sucio) que existe y, por descontado, mucho más limpio que sus vecinos del Magreb. Con una población de unos 7 millones de habitantes y una superficie que es aproximadamente 1/3 de España, tiene que hacer grandes esfuerzos para salir de la miseria y remontar con amplitud los 1.000 dólares de renta per cápita.

Desde 1959 una Asamblea Nacional rige al país junto con el recientemente cesado Sr. Bourguiba. Presumiblemente todos los partidos que componen la oposición han de ser de izquierdas, al igual que lo es el partido en el poder. Curiosamente también se denomina "socialista" el partido formado principalmente: por hoteleros, banqueros etc. Parece que la reciente separación del poder del Sr. Bourguiba (1987) traerá consigo la libertad política y democrática, pues así parece darlo a entender el Sr. Benali, nuevo presidente.

Túnez ha hecho grandes progresos en los últimos años, dentro de lo que son sus posibilidades. En la actualidad destina un 32% del presupuesto a la enseñanza (un 52% de la población tiene menos de 20 años). Los colegios que he visto al pasar dan aspecto de ser limpios, amplios y modernos.

Posee petróleo de muy buena calidad, pero su producción es pequeña, pues solamente cubriría el 10% de las necesidades anuales españolas. Tiene una buena producción de aceite de oliva (85 millones de árboles), de dátiles (6 millones de palmeras) de melocotones etc. La agricultura está poco desarrollada, baste decir que el 60% de la población trabaja en ella.

En la actualidad se están haciendo perforaciones, de hasta 3.000 m de profundidad, buscando agua para poder convertir zonas de secano en regadío.

La historia del país parece arrancar con la fundación de Cartago por los Tirios allá por el s. IX a.C. estando totalmente romanizada en el s. II, tras la caída de los cartagineses en el s. I a.C. Los árabes invaden Túnez en el s. VII, los españoles en el s. XVI y también en el mismo siglo los otomanos echan a los españoles y se instalan definitivamente hasta 1880, fecha en la que los franceses se hacen con el país. A partir de 1933 el partido Destoun bajo la dirección de Bourguiba comienza su avance nacionalista hasta que en 1956 Francia le concede la independencia.

La moneda es el Dinar, cuyo precio para los extranjeros lo fija el gobierno pues no hay mercado de divisas, y está dividido en mil millimes. Se come cuscús (sémola) y tajine (ragú de carne con legumbres y huevo), y se bebe te a la menta. Entre las pocas cosas que pueden comprarse están los dátiles, algún objeto de cuero repujado, cobre etc.

Puede decirse que en la parte norte abundan las gentes descendientes de los árabes y de los turcos, mientras que en el sureste están los bereberes sedentarios y al suroeste los bereberes nómadas y beduinos. Recordemos que el beduino es el árabe que vive en el desierto de arena, mientras que el bereber vive en el desierto de roca. Los bereberes nómadas y los beduinos suelen detenerse unos días, para descansar y aprovisionarse, en unas viviendas o edificaciones de piedra llamadas "Gorfas".

Los beduinos comen en la arena y viven a base de leche de cabra o de camella con algunos dátiles. El bereber nómada que recorre el desierto de rocas no se considera tunecino ni tampoco libio, se trata más bien de gente independiente con su propia nacionalidad. Por otro lado no hablan más que el bereber.

Al atravesar el desierto resulta agradable ver los oasis con algunas palmeras a su alrededor. Al parecer la costumbre consiste en plantar alguna palmera en cualquier punto donde se vea aflorar el agua, de esta forma queda señalado el pequeño oasis y los beduinos pueden acudir a beberla.

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También hay que decir que los espejismos existen, pues cuando atravesaba el desierto de Chott El Djerid (de 400x80 Km) pude ver figuras como personas que caminaban, así como pequeños montículos inexistentes, pequeños oasis, y finalmente un tren o algo que se le parecía mucho. Este desierto, especie de lago salado de arena, se encuentra a un nivel 30 m inferior al del mar y de él he traído ClNa cristalizado.

El tunecino parece, en general, una persona respetuosa y honesta. Ellos están locos por las mujeres, debido al hambre que pasan, pues no pueden ni siquiera tocarlas antes del matrimonio.

Los colores que más abundan son el blanco y el azul y como muestra basten las fotografías del pueblecito pintoresco y turístico Sidi Bou Said, cuyas casas en blanco son el fondo de preciosas rejas y balcones en azul que adornan las fachadas.

Hasta otra.