Grecia 00

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Junio de 2000

El avión de la Olympic, con el que tenía que desplazarme a Grecia desde Madrid, se estrelló contra un vehículo de Iberia que rodaba "despendolado" por el aeropuerto. Consecuencia: un largo retraso para, después, ser enviados a Milán y desde allí, finalmente, a Atenas.

El aeropuerto, la ciudad, la gente, su forma de vestir, las calles, aceras, edificios, etc., etc., siguen cutres y atrasados. No era Atenas el objetivo de mi viaje, jamás se me ocurriría, sino simplemente tomar un vuelo a Tirana para, pasados unos días, regresar y volver a volar a Skopie, la capital de Macedonia. No obstante me di un salto para visitar el templo romano de Zeus- Olympia el que, desde hace ya 30 años, siempre me ha causado muy buena impresión. Al fondo está la Acrópolis.

Grecia no encaja, todavía, en la Unión Europea. Veo mejor a Portugal, a Polonia, a la República Checa, etc. Me parece que está todavía en el Oriente Medio: costumbres, tradiciones, café, queso, música, suciedad, abandono, "cutrez”... etc. Además de ortodoxo parece siempre viejo... y todavía se ven esos popes con aire medieval.

Es junio y el calor es aplastante. Los griegos son muy madrugadores y a las 7 de la mañana llenan las calles. Los taxistas fuman sin decirle nada al cliente, nadie se pone el cinturón de seguridad ni se ve a ninguno de los millones de motoristas con casco... si esto es Europa que venga Dios y lo vea (!) Ya no hablemos del exceso de velocidad... cuando la señal indica a 50 van a 110; los coches son viejos y destartalados y cuando frenan suena a chatarra.

He observado a las mujeres atenienses: son dominantes, tienen mal genio, no tienen nada de aire femenino, gesticulan como las italianas de Nápoles ... sin embargo van más arregladas que ellos, son más eficientes que ellos y, lo que es peor, creo que los hombres se encuentran desbordados y abrumados por ellas. He visto policías femeninas chillando a los ciudadanos, las he visto chillando por la calle mientras hablaban por el móvil, chillando al marido o al compañero... ¡son horribles! No son nada atractivas pues o bien tienen un gesto duro en la cara o bien son de complexión fuerte o también gesticulan como los cargadores de muelle. En fin los hombres lo tienen muy mal.

Los griegos son fumadores empedernidos; lo hacen en los vagones de tren, dentro de las zonas prohibidas de los aeropuertos etc. etc. Además son fumadores sucios: tiran las colillas por todas partes. El aeropuerto de Olympic, pues tiene su propia terminal, es cutre y guarro. Tuve que ir tres veces para volar a Tirana, Skopie y Madrid y las tres veces lo encontré sucio y anticuado. ¿Cómo puede decirse que Grecia es miembro de la UE?

En el vuelo a Macedonia pasé al lado del monte Olimpo. Éramos muy pocos pasajeros en un pequeño avión de hélice. También era pequeño el avión que me llevó a Tirana.

Volví a entrar en Grecia, a través de la frontera de carretera con Macedonia. Desde la frontera alquilé un coche hasta SALÓNICA, unos 70 km.

SALÓNICA, es una enorme ciudad, la segunda de Grecia, con un puerto importante y con algunas visitas turísticas como: la Torre Blanca, la torre de la televisión, el Arco de Galerías, el Palacio Sofía, etc. Recorrí la ciudad soportando un sofocante calor. Tras la visita tomé un tren intercity para seguir recorriendo la parte central del país. Me detuve en LARISA. Los trenes son puntuales, me refiero a los buenos, es decir a los intercity. Tiene una zona, llamada Aristóteles, con bonitos edificios, cafeterías, terrazas, etc.

LARISA es una ciudad industrial de unos 150.000 habitantes con un ambiente agradable en las terrazas de los bares y plazas al atardecer. Antes, hace tanto calor, que nadie se atrevería a sentarse en una terraza. Permanecí dos noches en esta ciudad antes de dirigirme a METEORA, situada a 85 kilómetros al oeste. Tomé un coche de alquiler y recorrí, detenidamente, todos los monasterios de esta ciudad. Hice 200 km. La visita fue muy interesante. Los monasterios bien por su antigüedad (siglo XIV) bien por su ocultación, alejamiento, ubicación, etc., tienen un gran interés. En uno de ellos hay sólo monjas, en otro sólo tres monjes, etc.

Estos días, he comido bastante bien: ensalada griega, berenjenas, pimientos o tomates rellenos, truchas etc.

Las carreteras de esta zona norte y centro no están del todo mal. He observado que cada gasolinera tenía precios diferentes, tan diferentes que puede uno contar hasta 30 precios distintos (!) Hay muchísima competencia. Casi todas las tiendas de los pueblos y ciudades cierran desde las 13,30 hasta las 18. Es comprensible pues hace un calor sofocante.

Desde LARISA tomé un tren hasta Atenas contemplando las llanuras por donde discurren las vías. En los campos se veían grandes plantaciones de cereales y forraje para animales. También se veían patatales y campos de remolacha. En la zona de LAMIA el tren tiene que remontar una amplia zona de montañas pobladas de matojos y sin ningún árbol. La distancia total desde Salónica a Atenas viene siendo de unos 600 km.

Llegué a Atenas donde pasé un día antes de regresar a Madrid. Tuve que alojarme en el carísimo hotel Gran Bretaña. No encontraba otra cosa decente. Pertenece a la cadena Sheraton pero es un trasto viejo: maravillosa y lujosa entrada y hall, pero viejos ascensores, largos pasillos a las habitaciones, servicio deficiente, precios de restaurante prohibitivos, etc. Sólo apariencia. No volveré a este hotel.

He encontrado que las pasas, los pistachos, el queso fresco, la ensalada griega, los pastelillos de hojaldre y miel, son buenísimos.

Hasta otra Grecia.