La Mancha 15

Diciembre de 2015

La región o comarca de La Mancha es una extensa llanura que responde exactamente a las tierras y mapas que definían el antiguo Reino de Toledo. Hoy en día supone, no solamente, una buena parte de la provincia de Ciudad Real sino, también, tierras o subcomarcas de las provincias de Cuenca, Albacete y Toledo, llamadas Manchas de tal o cual provincia. Es árida, llana, de poco arbolado y salpicada con oteros y colinas.

Es tan grande que iguala en superficie a las cuatro provincias catalanas juntas y, simplemente, La Mancha conquense es mayor que todas las islas Baleares, además de tener más de 70 municipios. Me pasé 8 días, de sol a sol, recorriéndola con un coche alquilado y hasta podría haber estado un mes y no haber sido capaz de recorrer todos sus pueblos.

Además de los pueblos que figuran en el reportaje fotográfico, han sido muchos más los visitados aunque, he de decir, que no tomé fotos para no ser reiterativo y porque no todos ellos tienen monumentos o edificios emblemáticos, ni atractivas Plazas Mayores, ni calles a destacar. Se trata de pueblos eminentemente agrícolas, con calles parecidas, edificios de una o dos plantas sin mucha arquitectura pero sí muy limpios y con el tipismo propio de la región. La agricultura de secano no da ni para grandes cosas, ni tampoco para grandes casas. Pero la honestidad que se observa, el orden, la limpieza, la educación y el respeto en todas partes, sí que llama la atención del viajero.

Hoteles humildes y limpios a unos precios irrisorios que deberían invitar al turista a moverse por estas nobles tierras. Los campos de trigo, de cebada, de ajos, de viñedos, algunas áreas de regadío, etc. no tienen una mala hierba y está todo lo plantado perfectamente alineado y compuesto. Una casita de aperos, generalmente pintada en blanco y de aspecto cuidado, está plantada en medio de cada propiedad. Se ven también muchos bosques de encinas, campos de olivos, algunas choperas y de vez en cuando algún pinar.

Estando actualmente el país en la campaña de Elecciones Generales de este 20 de diciembre se ve, en un buen número de pueblos grandes, toda una parafernalia de propaganda política del PP y del PSOE; los demás partidos no parecen esforzarse mucho en convencer al vecindario por este sistema.

La comida de La Mancha es quizás fuerte pero con mucho gusto: el pisto a la manchega con huevo, atascaburras, gachas y migas, lomo en aceite y romero, o bien lomo de orza, lomo de cerdo en escabeche, fantásticos quesos en aceite...etc. en fin muy sabrosa y nada desdeñable en invierno. Además también comen el pipirrana (especie de mojo de tomate), chorizos al vino, berenjenas de Almagro, etc.

En mis años mozos, y cuando trabajaba en Madrid en una empresa constructora, fui enviado a la provincia de Ciudad Real para encargarme de la reparación y reconstrucción de unos 500 km de carreteras vecinales durante los meses de julio y agosto de un año especialmente caluroso. No recuerdo haber pasado más calor en toda mi vida de viajero. Ni tampoco haber vuelto a desayunar a las 7 de la mañana chuletitas crujientes de cordero lechal en lugares como la Hospedería de Almagro en la que me alojaba con frecuencia. El menú del desayuno siempre era el mismo y venía acompañado de un café con achicoria. ¡Qué tiempos aquellos!

Tengo un amigo, de esos de toda la vida, llamado Francisco de Paula Martínez y, hace muchas décadas, nos dedicamos por un tiempo a hacer proyectos y obras de cierta envergadura, lo que nos permitía vivir muy bien. Paco siempre fue un hombre inteligente y con una gran creatividad. No hace más de un año, escribió una adaptación del Quijote a nuestro castellano actual y tan bien ha sido valorado su trabajo, que su libro con su CD se muestran en una vitrina colocada en un lugar privilegiado de la sala principal del Museo Cervantino de El Toboso. Con un par. Fue un orgullo y una gran alegría para mí el verle allí. Además, ha escrito un libro sobre astronomía y otro sobre egiptología en el que detalla, muy cuidadosamente, cómo se pudieron construir las pirámides de Egipto con los medios tan rudimentarios de aquellos tiempos.

Dentro de La Mancha de Ciudad Real he visitado los siguientes pueblos: Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Manzanares, Moral de Calatrava, Daimiel, Membrilla, Ruidera, Moral de Calatrava, Bolaños de Calatrava, Argamasilla de Alba, Almagro y Tomelloso. En La Mancha de Albacete visité: Tarazona de La Mancha, La Roda, Villarrobledo, Minaya, Munera y Sotuélamos. Lamenté no haber visitado unas cuevas en Ossa de Montiel descritas por Cervantes en la segunda parte del capítulo XXVI de su D. Quijote de La Mancha. En cuanto a La Mancha de Cuenca: Quintanar del Rey, San Clemente, Las Pedroñeras, Belmonte y Los Hinojosos. Finalmente La Mancha de Toledo: El Toboso, Villafranca de los Caballeros, Madridejos, Consuegra, Quintanar de La Orden y Miguel Esteban.

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Me han quedado algunos lugares en la memoria como la Plaza Mayor de Tarazona con su casino y sus balconadas, la salida de la misa mayor de Quintanar del Rey, la ruta de D. Quijote desde La Roda, la interesante y muy completa villa de Alcázar de San Juan, el espectáculo de los molinos de Campo de Criptana, Mota del Cuervo con su plaza mayor y sus puestos navideños, el Mesón de Argamasilla de Alba donde se come de maravilla, las lagunas de Ruidera y las Tablas de Daimiel víctimas de la sequía, Moral de Calatrava con su hermosa iglesia de San Andrés y sus bellos frescos y Consuegra con sus molinos, su castillo y sus buenos mazapanes.

Hago especial hincapié en El Toboso, de la Mancha Toledana, por sus esculturas de D. Quijote y Dulcinea, su iglesia-catedral y su museo cervantino donde se expone el libro de mi amigo Francisco de Paula. Igualmente Almagro, de La Mancha de Ciudad Real, es otro lugar muy turístico con una preciosa Plaza Mayor, su Corral de Comedias, el claustro del Convento de la Asunción y la Hospedería.

Algo a destacar: las carreteras son amplias, con trazados rectos y horizontales, firmes de buena calidad y bien pintadas; aunque simplemente sean para comunicar dos pueblos de quinientos habitantes. Excelentes.

Por cierto encuentro, dentro de la amplia información que se dispone hoy en día sobre La Mancha, una disparidad abismal en cuanto a la consideración de muchos pueblos como pertenecientes o no a la "verdadera" Mancha. Hay una auténtica guerra entre escritores que se suponen especialistas en el tema. Concretamente, la famosa Ossa de Montiel, con sus cuevas, no es considerada, por algunos, parte de La Mancha, por más que aparezca descrita en el Quijote.

Curiosidades: Son muchas las casas de una planta, incluidas las de aperos de labranza, pintadas todas ellas en blanco pero, de vez en cuando, le ponen una banda de color añil en la parte baja de las paredes. Me han dado diferentes explicaciones: que aleja los malos espíritus o los posibles malos augurios, que muestra que hay moza soltera en su interior, que así al pasar las cabras y ovejas no manchan la pared blanca, etc. Dada la horizontalidad del terreno de la Mancha, son muy frecuentes las bonitas puestas de sol.