Austria-Viena 74

Han pasado casi 40 años desde que hice este viaje. Las fotos del álbum, ya en muy mal estado tras el largo tiempo transcurrido, han sido digitalizadas, y se ha salvado lo que se ha podido.

Año 1974

Visitar Viena es una obligación para cualquier viajero europeo. Su cultura, sus tradiciones monárquicas, sus delicados edificios de varios siglos de antigüedad, sus palacios, museos y demás construcciones gubernamentales, otorgan a esta ciudad el rancio sabor de la vieja Europa con un sello histórico inmejorable.

Pequeña, pues solo dobla la superficie de Cataluña, tiene unos 5 millones de habitantes y como sistema de gobierno es una república federal. Es un país rico y todo cuesta el doble que en España. Tiene una moderna agricultura y ganadería en los valles próximos al Danubio; mucho magnesio, tungsteno, zinc, grafito, etc.; una fuerte industria de aluminio, plomo y productos químicos y una buena protección social, envidia de muchas socialdemocracias europeas.

Visitas, como la del Palacio de Schönbrunn, no pueden dejarse a un lado si uno desea aprender un poco de lo que, durante siglos, ha sido la bellísima Viena. Recorrer a pie la ciudad es algo recomendado. Sus calles comerciales, sin tráfico, muestran unas carísimas, aunque finas o exquisitas, tiendas de ropa y regalos. No me queda más remedio que “volver, volver, volver…”, como dice la canción.