Azores 94

En un principio no era mi intención incluir en “sabinoelviajero.com” los pequeños viajes hechos por España y por los países europeos más conocidos, dado que estos están a la altura de cualquier viajero. Me decidió, el hecho de pensar que alguna fotografía pudiera ser un documento de interés para algún seguidor de la web.

Marzo de 1994

Este archipiélago de verdes islas parece, más bien, una Asturias o una Galicia en medio del Atlántico. Todo son prados salpicados de vacas lecheras o preciosos bosques de coníferas o eucaliptos.

La isla mayor, San Miguel, donde está la capital del archipiélago: Punta Delgada, tiene unas dimensiones de 60 x 40 Km., y las demás son muy pequeñas: Terceira, San Jorge, Graciosa, Pico y Sta. María. La población total es de unos 250.000 habitantes que viven, casi exclusivamente, de la ganadería vacuna y de una base aérea americana en la isla de Terceira.

Disponen de alguna pequeña central hidroeléctrica, pero la mayor parte de la energía proviene de las centrales Geotérmicas que aprovechan la energía volcánica. Todas las islas están cuidadísimas, limpias y hasta las carreteras están llenas de plantas a ambos lados. Hay abundancia de flores por todas partes. El clima, con temperaturas benignas casi todo el año, alta humedad y frecuentes lluvias, permite unas 5 cosechas al año.

Los naturales de las islas son hospitalarios, serios y correctos y, por otra parte, al ser tan limpios y cuidadosos con la naturaleza y los pueblos hacen un gran contraste con los portugueses y la parte continental de Portugal. Tendrían, y así lo intentaron, que haberse separado de Portugal, ya que son "distintos" a ellos. Se rigen por un estatuto de Autonomía y hablan el açoriano, que es un dialecto del portugués.

Tienen muy buenos quesos y muy buenas mantequillas, fantástico café como en Portugal y marisco similar al de Galicia: percebes, centollos, langostas, etc.; pero aunque la materia prima es buena, la cocina es malísima.

Además del verdor de los campos, Las Azores, están llenas de montículos y montañas que, al encontrarse con el mar, originan sobrecogedores acantilados sobre los que el Atlántico se estrella. También contribuyen a la belleza preciosos lagos formados en el fondo de los cráteres extinguidos. Existen enormes plantaciones de té, plátanos, ananás, tabaco, etc.

Por lo que respecta a su historia hay que decir que estas islas fueron conocidas por los cartagineses y los árabes, y que a finales del XVI fueron españolas, por haberlo sido también Portugal, desde 1582 a 1640. Fueron pobladas por bretones, flamencos y alemanes.

Es una pena que los portugueses no viajen más a Las Azores pues así aprenderían algo sobre la limpieza de las calles y edificios, cuidado de la naturaleza, etc. etc. Se nota una cierta influencia europea.