2 día-Cabo de Hornos-Paso de Drake-03.12.99

A las 4 de la mañana salía el sol. Yo me levanté a las 5. Tras un buen desayuno: bacón, pescado, chocolate suizo y tostadas me fui al puesto de mando a enredar un poco y, con la ayuda del segundo oficial, filipino, calcular gráficamente cuando llegaríamos al CABO DE HORNOS. A las 8 de la mañana pasábamos a 300 m del horrible, mítico y misterioso CABO DE HORNOS donde tantas desgracias han sucedido cuando lo han querido doblar. Se trata de una pequeña isla con un promontorio de más de 150 m de altura. En el momento de pasarlo teníamos -1° C y su paso fue saludado con una granizada que dejó la cubierta del barco cubierta de hielo. Fuera hacía un frío terrible pues el viento azotaba.

Una vez pasado, el barco cambió de rumbo y nos quedamos de través al viento y con un fuerte oleaje que nos movía lateralmente. Ahí empecé a ver el problema que supone un barco pequeño para navegar por estos mares tan agitados. Claro que al ser pequeño tiene la ventaja de que puedes anclarlo o esconderlo a sotavento con más facilidad ¡Ya veremos qué pasa!

Me pasé 2 horas a popa viendo los pájaros que nos seguían para comerse los restos que se tiraban desde la cocina. Había: PETRELES, ALBATROS, etc. Los fotografié.

Hoy tuvimos nuestro primer encuentro en una conferencia que versó sobre “Ecología en la Tierra del Fuego”. He empezado a conocer a parte de los expedicionarios. A continuación asistimos a una cena de bienvenida, con la presencia del capitán. Los tripulantes parecen muy agradables y buenos profesionales. Para los servicios de cocina, comedor y bar se contrataron alemanes que supieran inglés, dada la composición del pasaje. He sabido que los sabios de la expedición que nos acompañan son alemanes y que muchos temas versarán sobre los trabajos hechos por ellos mismos durante su estancia en bases alemanas.

He empezado a hacer amistades. A la hora de ir a acostarme, el mar se pone bravo. El paso de DRAKE tiene fama de tener un fuerte viento de W casi constante durante todo el año. Antes de irme a dormir pasé por el puente, eran las 20:15 h, para visitar a mi "amiguete" y ver como se ponía el sol. Al parecer, me cuenta mi amigo, “un 40% del pasaje se ha mareado”. Lo comprendo pues las condiciones son duras.