Turquía 24

Abril de  2024

 

Volar con la Turkish Airlines sigue siendo un placer: la puntualidad, la distancia entre asientos, la buena comida…etc. Mucho mejor que las tacañas compañías aéreas españolas que ahora son insufribles, no puede uno sentarse ni con un mínimo de comodidad, la comida asquerosa, consiguen puntualidad a base de añadir media hora o más al tiempo que lleva el vuelo con el fin de llegar en hora, tratando al pasaje como si fuera tonto y humillándolo con la mala calidad del servicio...Y todo eso con unos precios altísimos…Qué sufrimiento y vergüenza pasamos los españoles…y una de ellas dice ser compañía “bandera” … ¡Hay que joderse! ¡Miserables! Claro, esto continuará porque los políticos que nos lideran obviamente viajan en business y no se enteran.

En este mes de abril Turquía ya está saturada y me pregunto qué pasará cuando llegue mayo, junio, JULIO, AGOSTO…las colas para visitar sus lugares más emblemáticos ya son larguísimas…Parece que tras la pandemia la gente viaja casi enloquecidamente empequeñeciendo hasta los aeropuertos de reciente construcción…

La Capadocia de hoy en día en nada se parece a la  que visité hace años, está llena de chimeneas convertidas en bares, restaurantes, etc.…Aquella maravilla que la erosión había creado, ahora las carreteras asfaltadas las rodean y atraviesan…el valle de La Paloma es una prueba…parece que en la actualidad lo que más interesa al turista, lo más chulo, digamos, es subirse en un globo y dar una pequeña vuelta que viene costando unos 200 € por persona. A distinguir el interesante trabajo arqueológico de los últimos años y el descubrimiento de poblados subterráneos.

He de reconocer en Pamukkale el gran valor de Hierápolis en su conjunto y el gran avance de los trabajos arqueológicos.

Visitar Pamukkale y sus travertinos es un placer, pero está actualmente a tope…claro que tienen muchos sectores preparados para abrir en verano (aunque posiblemente tengan que inventarse más caudal a base de añadir ellos agua por su cuenta, je, je).

Éfeso sigue siendo espectacular pero el número de visitantes empieza a ser agobiante. Celso, su biblioteca, el Anfiteatro y el Odeón son espectaculares.

Bursa y sus mezquitas no asombran demasiado a sus visitantes.

En cuanto a Estambul, es cierto que tiene áreas nuevas con alguna edificación futurista, pero, no es menos cierto, que las zonas que rodean los lugares emblemáticos, en la parte antigua de la ciudad, están sobresaturadas y el turismo ya no debe incrementarse. Visitar sus emblemáticos lugares supone dos horas de hacer cola para poder pasar a su interior.

Ahora Turquía ya pasa de 85 millones y Estambul de 14. Creo que ya no volveré, me gustaba más la Turquía de hace dos o tres décadas.