Brunéi Darussalam 00
Mayo de 2000
Brunéi Darussalam, independiente desde 1984, es un reino con una monarquía muy atípica: un sultán absolutista. Desde 1962 no se celebran elecciones de ningún tipo. La superficie, ligeramente superior a la isla de Mallorca, o equivalente a una sexta parte de la superficie de Cataluña, tiene una población de 320.000 habitantes. Está dividido en cuatro distritos o provincias. El distrito capital es el de BANDAR SERI BEGAWAN con 45.000 habitantes.
La unidad monetaria es el dólar de Brunéi que equivale a 0,7 US$. Desde hace años éste y el dólar de Singapur se cambian uno por uno. Esta paridad ha sido establecida por los gobiernos respectivos. El soberano (sultán-rey) es actualmente MUDA HASSANAL y pertenece a la dinastía que gobierna el país desde hace unos 400 años. La población está formada por un 70% de malayos, un 15% de chinos, un 10% de indios y un 5% de otras etnias. Los malayos son musulmanes y los chinos e indios, casi todos, budistas.
La renta per cápita es similar a la de España: 15.000 dólares, pero con un ridículo paro de un 4%. A pesar del enorme incendio ocurrido hace 3 años, con origen en Kalimantan (isla de Borneo, también,), siguen teniendo grandes bosques. Ahora bien, la gran riqueza del país radica en los yacimientos de petróleo y gas. Tienen un monumento dedicado, exclusivamente, al barril un billón. La mayor parte del petróleo es exportado a Japón. El Sultán tiene una cuota o porcentaje de todo lo que se extrae, petróleo o gas, y se ha ido convirtiendo en el hombre más rico del mundo, junto a Bill Gates y, ahora, Oracles.
El gobierno da a la ciudadanía una importante ayuda para que pueda conseguir una vivienda, les ofrece una enseñanza y una sanidad gratuitas y además los exime de pagar impuestos. El 50% de los trabajadores son funcionarios estatales. Solo hay un 10% de analfabetismo, lo que no está mal teniendo en cuenta que son musulmanes, cuyas mujeres suelen estar muy atrasadas. Este no es el caso de Brunéi, donde las mujeres conducen, trabajan en oficinas públicas, se encargan de la jardinería de la ciudad, trabajan en los hoteles, etc. No hay fundamentalistas. En cualquier caso distan mucho de estar igualadas a los hombres.
No tiene ferrocarriles pero si mucho transporte fluvial debido a que los ríos son amplios y caudalosos en áreas próximas a sus desembocaduras. Hay un serio problema económico y es la falta de economía propia. Exportan mucho petróleo pero no son capaces de producir o fabricar algo por si mismos, lo que supone una gran falta de actividad interior y una enorme importación de productos. La gente no rinde en su trabajo y te das cuenta que donde hace falta una persona ponen dos. Así no hay paro. Afortunadamente son ricos y no parece que en el país haya época de vacas flacas.
Por supuesto, debido a las creencias religiosas, no se puede beber alcohol en ninguna parte, ni siquiera en el hotel. A la gente se les ve tristes, serios y apáticos… no hay nada como el VICIO... Así es la felicidad por todo el Sudeste Asiático: silenciosa o amordazada.
No hay un solo bar pero si hay mezquitas. Algunas muy bonitas y costosísimas. Quizás lo más interesante está en los canales sobre los que se han construido miles y miles de casitas sobre pilotes, que decoran y dan una cierta identidad. Estas están comunicadas con pasarelas y sobre los canales se construyen mezquitas, palacios, escuelas, etc. A la gente le encanta vivir sobre el agua de un canal.
Los coches son muy baratos; son tan baratos que la gente no compra motos. No vi ni una sola. Por otra parte hace mucho calor todo el año y en la moto no hay aire acondicionado. El gasoil y la gasolina son, prácticamente, regalados. Últimamente el gobierno intenta promocionar el turismo pero como en el país no hay mucho que ver, lo ofrecen junto con Kalimantan, Sabah o Sarawak, todos en la misma isla de Borneo. Ahora ya no piden visado a los españoles.
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No hay perros, ni motos, ni bebedores, ni fumadores, ni ladrones, ni bares. El pescado, en esta parte del sur del Mar de la China, no vale nada y aunque tienen árboles y bosques por todas partes no se ven ni flores ni frutas buenas, salvo la sandía que, al contrario que el melón, suele ser buena en los sitios húmedos y lluviosos.
Además de la antigua mezquita de OMAR ALI, destacaría la NUEVA MEZQUITA que tiene unos 10 años y que es preciosa. El monumento al “barril un billón” consiste en una bomba extractora de petróleo colocada en el primer pozo que perforaron, a la cual llaman "el burrito" por su parecido con un asno. La zona edificada sobre los canales se llama KAMPONG AYER. Tienen unos bonitos y modernos autobuses pintados en color morado. No se ve una sola bicicleta. ¡Ah!, conducen por la izquierda, como corresponde a una excolonia británica.
Aunque Brunéi está limpio y ordenado, no se puede comparar con Singapur. Hay otro punto curioso: Singapur tiene 30.000 US$ de renta per cápita y sin petróleo alguno, lo que quiere decir que dobla la renta de Brunéi a base de trabajar fuerte y exportar mucho.
El país no tiene mucho interés para el viajero. Entre las cosas curiosas recuerdo: los peatones no tienen luz verde en los semáforos por lo que pasan corriendo, cuando pueden; dicen tener un lémur volador; sus sellos son muy apreciados... etc.
Pues bien, hasta otra.