México 02
Febrero de 2002
No hacía muchos años que había estado en este país, posiblemente unos siete, pero sí hacía la friolera de 28 que no había estado en México, D.F. (También Ciudad de México o México City). Visitar otra vez la capital que me entusiasmó, tres décadas atrás, me supuso una pequeña desilusión: Al igual que en otras metrópolis, el tipismo se había ido reduciendo, al igual que comercializando y la polución había alcanzado unos valores insoportables. No visité nada nuevo y, simplemente, repetí los lugares anteriormente visitados. Así por ejemplo recorrí, Nuestra Señora de Guadalupe, Taxco, Cuernavaca, el Museo de Antropología, etc. Encontré todo algo más deteriorado y, en el caso del museo, muy recargado.
En Ciudad de México todavía queda mucha pobreza y miseria y, en cierto modo, los Volskwagen, a millones, le dan cierto tipismo. Visité el Palacio Presidencial en el que los frescos de Rivera continúan poniendo a los españoles de la Conquista, tanto militares como clérigos, como verdaderos salvajes...lo que eran. El peso mexicano vale, comprado "in situ", unas 20 pesetas (0,12€) y con este cambio todo resulta un poco caro. Los sueldos están bajos, pero a los empresarios parece irles bien. Encontré a los mexicanos más amables con los españoles que en mis últimos viajes.
La capital es una gran urbe de unos 20 millones de habitantes y de dimensiones de 50 x 40 Km. Algo así como la mitad de Mallorca. Algunas calles llegan a tener 40 Km de longitud. Hay muchísimos robos, como ocurre en estas grandes urbes. Estuve alojado en el mismo hotel de hace 28 años, claro que ha sido renovado y está mejor ahora.
Recordé que el tequila sale de un pequeño cactus azulado llamado AGAVE y que los cactus de La Colonia, Mallorca, llamados aquí MAGUEI, han servido para hacer papel, una bebida llamada PULQUE, sisal, cuerda, leche, etc. Esta bebida, al parecer, es muy buena para la salud y muy proteínica, siendo empleada como reconstituyente. También dicen que es afrodisíaca... tonterías. La Colonia, mencionada, está llena de estas plantas... Hay bares, llamados pulquerías, a los que acude la gente para beber solo PULQUE.
El teléfono es muy caro y, además, funciona mal. En cuanto a la comida, recuerdo platos como los TAMALES ( pasta de maíz colocada dentro de las hojas de una mazorca y cocida), FRIJOLES ( puré de judías pintas), GUACAMOLE (aguacate), TORTILLAS ( simples tortitas planas de maíz), TACOS ( tortillas envolviendo alguna cosa), HOJAS DE CHUMBERA al horno, EL ARROZ CON LECHE, que es aún mejor que el asturiano. Además hay una amplísima variedad de frutas y, muchas de ellas, desconocidas hasta para un viajero como yo.
La primera vez que visité TAXCO su población era de 40.000 habitantes y ahora tiene unos 200.000 por lo que ya no tiene tanto tipismo. Toda la ciudad está llena de platerías en las que se exhiben objetos muy bien elaborados y diseñados pero con plata de 925, la que no tiene el mismo color ni el mismo brillo que la de 990 que se utiliza también en joyería. Por el camino hacia TAXCO y, en general por todo el país, se ven muchas JACARANDAS de flores lilas y amarillas. También se ven zopilotes, los buitres de este continente.
Después vino OAXACA, "guajaca" como ellos llaman a esta ciudad, situada a unos 250 Km al sur de la capital, con su monísimo zoco y sus antiguas calles formadas por casitas pintadas en colores muy llamativos. Aquí la gente come saltamontes fritos con ajo, picantes y crujientes llamados "chapulines", a los que añaden algo de lima. En las proximidades hay unas ruinas, de influencia maya, llamadas MITLA y MONTE ALBÁN de aceptable valor. Me alojé en el hotel AITANA, regentado por una española. Por aquí el calor resulta agobiante durante las horas del mediodía. Los dos coches utilizados para el desplazamiento por esta zona se averiaron. Hay muchos turista, americanos en su mayoría.
Posteriormente me dirigí al estado de CHIAPAS, entrando por TUXTLA GUTIÉRREZ (capital del estado de poco interés turístico), para visitar el desfiladero o cañón del SUMIDERO, en el que pude ver algún cocodrilo, garzas, zopilotes, monos perezosos, etc. Se trata de un río que discurre por un cañón en el que los cortados tienen 1 Km de altura.
A continuación hacia SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, con su catedral churrigueresca, su zoco, sus callejuelas, sus sabrosos restaurantes. Aquí comí en el mejor restaurante de todo el viaje el cual, al mismo tiempo, era muy económico. Desde aquí a San Juan de CHAMULA donde la gente, medio católica y medio pagana, ha convertido una iglesia católica, abandonada por el clero, en un templo pagano en el que se celebran ritos, también, paganos. Me pareció un espectáculo muy interesante. Estos pueblos de CHIAPAS están muy atrasados y gozan de una especie de autonomía en cuanto al código civil, hasta el punto de tener un matrimonio diferente al del resto de la nación mexicana.
Después hacia Palenque, a 270 Km atravesando zonas montañosas con una densa y tropical vegetación. Por el camino hice una parada para visitar las ruinas mayas de TONINÁ, de aceptable valor, y las cascadas azules, también dentro de una zona de mucha vegetación.
Las ruinas mayas de PALENQUE son muy interesantes aún cuando no me pareció que estuvieran a la altura de UXMAL, TIKAL, etc. El hotel en Palenque fue muy agradable. Después a VILLAHERMOSA, de escaso valor, para visitar un museo con algunas cabezas OLMECAS. Aquí comienza el regreso a España, vía México, D.F.
Como resumen diría que lo mejor del viaje estuvo en CHAMULA, PALENQUE y en la VEGETACIÓN de la zona montañosa de CHIAPAS.
Nota: Recogido el comentario acertado de Fernando Nogueira, español con corazón mexicano.