Guayana Francesa 95
Abril de 1995
Los franceses la llaman Guyone. Tiene unos 90.000 Km2, algo así como unos 450 Km de costa por unos 200 Km de profundidad. Aquí llueve 3 veces más que en Galicia, que ya es decir. La temperatura media anual se acerca a los treinta grados con una humedad próxima al 95%. Cayenne, la capital, tiene unos 30.000 habitantes y el país entero unos 100.000 lo que equivale a una España poblada solamente con los habitantes de la isla de Mallorca.
Me permitieron entrar en la base espacial en la que lanzan los cohetes europeos, llamados Ariane. Pude ver varias torres de lanzamiento y algunas salas de control. Esta base, situada en Kourou, está frente a la famosa isla del Diablo, en la que Papillón estuvo encerrado durante muchos años. En la actualidad la isla está siendo preparada como museo del famoso penal.
He comido buenos platos criollos, fantásticas papayas, sandías, piña tropical y algún que otro mango. Me adentré en la zona selvática unos 100 Km con un vehículo 4x4 bien equipado y posteriormente ascendí unos 50 Km por el río Maroni. Pude ver animales salvajes, cascadas, gigantes mosquitos y arañas, todo dentro de una vegetación que asusta por la impenetrabilidad de la misma y el enorme peligro que conlleva.
La Guayana al igual que Guadalupe son Departamentos franceses como los de la Metrópoli. La única diferencia es que aquí los mosquitos tienen hasta 8 cm., que los moscones son como pájaros y que hay grandes arañas y culebras por todas partes. Tenia que llevar siempre la gorra puesta, camisa de algodón de manga larga, botas con calcetines, pantalón largo… y repelente en las manos y parte de la cara.
La selva no es comparable a la de Dominica ni a la de Guadalupe; ésta es más densa, sin flores, sin árboles frutales, etc. y mirada desde una avioneta parece una coliflor gigante por lo apretados que están los árboles. Curiosamente el país no tiene caña de azúcar, pues la selva lo cubre todo. No obstante tiene destilerías de ron partiendo de la melaza que importan de Surinam (Guayana Holandesa).
Tengo que reconocer que el ron de caña me chifla y que bebo varios ponches a lo largo del día que me hacen ir con "la marchita" puesta. Lo que mas se bebe es el "planteur" que lleva algo de melaza y zumo de frutas. Nunca había tomado tanta sal en la comida como aquí pues tienen la costumbre de poner sal con cuchara en lugar de con un salero.
El sol, durante el viaje, ha sido una pesadilla pues o no salía o cuando lo hacía estaba tan vertical que solo daba luz a las copas de los árboles o a los tejados de las casas.