Abril de 2025
Llego por mar a la isla Nosy Be, el punto más al norte de Madagascar, en un día muy caluroso y húmedo. No había regresado a Madagascar desde el año 1997 lo que supone 28 años. En aquel entonces viajé con mi buen amigo Pere Garcías, gran biólogo y ornitólogo mallorquín, cuyas explicaciones me sirvieron para entender y apreciar la remarcable biodiversidad de la isla en la que hay muchas especies endémicas tanto de flora como de fauna.
Las mejoras que ha experimentado el país no son suficiente para salir de su lamentable situación. Su renta per cápita no pasa de 500 dólares. Horrible y triste. Claro que mucho peor fue en mi visita de hace 28 años cuando no pasaba de 150 dólares.
Por esta zona norte los famosos lémures son de tamaño pequeño o muy pequeño. Tampoco se ven los gigantescos baobabs tan entrañables en los paisajes del centro del país ya que esta zona es muy lluviosa y en ella abunda el atractivo bosque húmedo. Se tropieza uno fácilmente con sus cactus, sus flores, etc. todas ellas plantas endémicas. Tiene unas 1.000 especies distintas de orquídeas, unas 8.500 flores, innumerables especies de camaleones, lémures, etc., etc. Se puede decir que todo el país es un verdadero parque natural de flora y fauna. Tortugas de todo tipo, cocodrilos…e incontables especies de mosquitos que te atacan constantemente…Les encanta la grasa de la chepa del cebú y comen arroz 3 veces al día pues es lo más económico. Su comida tiene una cierta influencia francesa, aunque en lugar de mantequilla usan aceite de soja. Toman pollo con coco y cocinan la banana y el cacahuete.
Los humildes malgaches son, tanto ellos como ellas, igual que su idioma, es decir: el resultado final de la unión de africanos, indios, indonesios, malayos, filipinos, chinos…así es el idioma malgache y así son los malgaches.