Togo (el) 98
Diciembre de 1998
GENERALIDADES
Al igual que otros países de la zona, el Togo fue una colonia francesa hasta 1960. Anteriormente, hasta la primera guerra mundial, había sido alemana. Tras la independencia, un régimen autoritario tomó el poder hasta 1.993, año en el que pasan a un sistema "democrático".
Tiene una superficie equivalente a una décima parte de la de España: diminuto para ser un país africano. Está poblado por unos 4 millones de habitantes. De ellos: etnia de Ewe (45%), etnia Kabre (25%), Ouatchis (15%), etc. y un 50% de analfabetismo. Casi nada. La capital del país es Lomé con unos 400.000 habitantes.
Aunque la lengua oficial sea el francés, son poquísimos los que lo hablan o escriben. Los idiomas que se hablan son los de sus etnias o los de las etnias de países vecinos, con el ánimo de buscar un idioma para entenderse entre ellos. Así por ejemplo hablan en Hausa que proviene de esta etnia, que está en Níger, el Poular que viene de etnias de Burkina, etc.
En su mayoría son animistas. Hay un 15% de musulmanes y un 20% de católicos. Su unidad monetaria es el franco CFA.
En estos países de África Occidental hace calor siempre. No obstante la época más soportable es ahora, en invierno, pues las temperaturas no son muy altas y además ni llueve, ni hay mosquitos, ni hay malaria. Bárbaro. Llueve unos 1.400 mm al año, lo que equivale al norte de España, pero con una humedad terrible que te ahoga. El país es algo tropical de vegetación pero no es, exactamente, lo que entendemos por un país tropical.
Dentro de los recursos económicos destacaría, en la agricultura, el aceite de palma, el cacao, el algodón, la copra, el mijo y la patata dulce. Exportan bastante madera. Aunque tienen el Atlántico delante no sacan mucho provecho a la pesca. De minerales solamente tienen fosfatos para la agricultura y algo de cemento. Su producto nacional bruto es de 300 US$, más bajo, aún, que el de Benín, aunque mucho más alto que el de Níger.
Algo constituye un serio problema de difícil solución en la República del Togo: las luchas sangrientas entre la etnia Ewe, que ocupa la zona costera y la etnia Kabre, en el centro y norte del país. Los Kabres controlan el ejército y los Ewes los negocios. A su vez el pueblo Ewe está dividido entre Togo y Ghana. En esta parte de África las fronteras no debieron de marcarse políticamente. Quiero decir que el concepto de nación no tiene interés ni fuerza alguna cuando se opone al sentimiento de las etnias. La etnia para un africano es todo: idioma, tradiciones, cultura, religión, forma de vida, etc., etc. La nación fue algo inventado, me refiero a África, por los colonizadores para poder repartirse mejor este continente. Los alemanes, los ingleses, los franceses estuvieron por aquí y no dudaron en partir por el medio las etnias y las culturas. ¿Desde cuando a ellos les importó lo que pensaran los nativos?
Cuando las metrópolis europeas y occidentales dejaron de explotar la esclavitud se decidieron a explotar los recursos agrícolas: cacao, madera, etc. Así empezaron los alemanes y cuando perdieron la 1ª Guerra Mundial tomaron este país los franceses y todos tan tranquilos. Ahora Togo afronta una situación económica muy mala. Hay un paro gigantesco. La propia capital Lomé está llena de gente joven que se pasea para hacer algo pues no tienen trabajo.
En este viaje he estado dos veces en el Togo y en ambos casos he tenido que cruzar, en ambos sentidos, las fronteras por tierra que tiene el país con Ghana y con Benín, complicadas sucias y difíciles. En la frontera con Ghana recuerdo que tienen una puerta de hierro que hay que abrir cada vez que pasa alguien. Contra esa puerta, hace unos 5 años, fusilaron a su ex presidente Sylvanus Olimpio un pelotón formado por sus propios oficiales. ¡Así se las gastan los Togoleses!
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En los siglos XVII y XVIII, cuando los holandeses, ingleses, etc. se involucraron en el tráfico de esclavos, de este país, del de Benín y de Ghana se llevaron unos 10 millones de negros. El daño siguiente fue el de repartirse estas tierras y hacer naciones a su aire. Mucho ha sido el perjuicio hecho a estas gentes a lo largo de los siglos. Esta parte del Golfo de Guinea se llama la Costa de los Esclavos.
Afortunadamente ahora es la temporada seca, lo que quiere decir que no hay mosquitos, que hay menos humedad y que todo es más soportable. En cualquier caso hace bastante calor y se suda continuamente: 30% a 80% de humedad. En este país, al igual que sus países vecinos, el 85% de la población se dedica a la agricultura de subsistencia.
Con un 70% de la población de religión animista, el vudú es el medio religioso y representativo de su cultura y de sus costumbres. Todo son fetiches: un árbol, una figura, una casa, etc. Las mujeres adeptas (las que hacen de sacerdotisas ayudando en las sesiones de vudú) van siempre con sus tetas al aire por la calle. Vudú es todo en este país.
Entre las costumbres o curiosidades recuerdo las siguientes: los miles de controles que hace la policía por las carreteras y a las mujeres vendiéndote comida cuando haces cola en esos controles; los lagartos y las grandes ratas vivas que se empeñan en que les compres; las fuentes, cestas, garrafas, etc. que llevan siempre encima de la cabeza; su pobreza; su humildad que en nada se parece a los agresivos negros de otros países africanos. También es curioso observar como sus huertos llegan justo hasta la arena de las playas, la tierra es muy buena y puede crecer cualquier cosa que se planta.
Lomé, como ciudad, no vale mucho ni tampoco su cutre museo de arte, ni tampoco su típico mercado, ni su paseo marítimo (lleno de parados que no dejan de pedirte). Recuerdo que un pobre hombre, deforme y paralítico que caminaba a cuatro patas, se empeñó en que le hiciera una fotografía. ¡Que cruel lo encontré! Se la hice.
En cuanto a la naturaleza, es un país muy verde y con muchos bosques y mucha vegetación. Los bosques se van reduciendo pues, además de la venta de la madera, se emplea leña para cocinar. Recorrí toda la costa, subí hasta Kua y pasé por Nuatja para pasar, a continuación a Benín. No he visto una sola persona que fumara. Como digo yo: “ya tienen un 20% de sida que se encarga de matarlos y, ¡ para quÉ más!”. Su forma de vestir es común a la de los gustos de sus países vecinos ya que son etnias comunes o próximas. En ningún caso se ve la belleza de Malí, Mauritania, Níger, etc. países en los que hay una variedad de ropas y colores. No he visto turistas pues ¡quién carajo quiere venir aquí! que no sea un empedernido viajero loco por el vudú (?) Tampoco se ven pájaros, salvo los horribles cuervos.
En algunas ciudades y pueblos hay muchos niños abandonados por las calles. Son niños que los han echado de casa porque no tienen nada que darles de comer. Increíble, ¿verdad? Estos tres países del Golfo de Guinea (Ghana, Togo y Benín) los he recorrido con un coche viejo: Peugeot 505. Alben, su dueño y chofer, resultó eficiente, cumplidor y dinámico; se reía mucho con mis bromas; todo le hacía gracia. Lo que más gracia le hacía era mi desprecio a la policía, a la que él había temido toda su vida.
Las casas de los pueblos son sucias chozas de barro. Hay niños descalzos y hambrientos por todas partes. ¡Que poco nos ocupamos de África!
El Togo es un país sin mucho interés turístico.