Yemen(el) 00

Febrero de 2000

En el año 1996 estuve recorriendo, bastante detenidamente, este precioso país de agrestes montañas y de dulces edificaciones decoradas.

Yemen, que tiene una superficie ligeramente superior a la de España, tiene actualmente 17 millones de habitantes y su capital SANÁ 1,3 millones. La unidad monetaria es el Rial yemení.

El sistema judicial está basado en la ley coránica y la pena de muerte continúa en vigor. El servicio militar tiene una duración de 3 años. La mayor parte de la población vive en el altiplano. La esperanza de vida ha mejorado algo: hombres 57 años, mujeres 61. Son musulmanes en un 99% y el grupo étnico predominante es el yemení con un 96%, hay un 2% de indios y un 2% de somalíes. Todos hablan el árabe.

El producto interior bruto ha mejorado. Ahora es de 380, US$ lo que equivale a decir que es casi 3 veces más pobre que la India. El sector petrolífero es un factor muy importante en su economía, aunque insuficiente dada la destrucción que se observa en el país tras el conflicto bélico del año '94. Su renta per cápita es la más baja del Oriente Medio.

Tienen arroz, tabaco, caña de azúcar y algodón en las zonas costeras, de clima más suave; en el resto del país tienen patatas, cereales, sésamo, café y qat (que masca la población como estupefaciente de bajo nivel). En el golfo de Adén se practica la pesca. Llegan unos 60.000 turistas al año, lo que también es una ayuda para su economía. El famoso puerto de Moca dio nombre al buen café que se exportaba en épocas anteriores.

Aunque, en teoría, la enseñanza es obligatoria hasta los 13-15 años, el nivel de analfabetismo es muy alto: 48%, reconocido oficialmente.

Nunca debe volverse a la ciudad que se amó, ni al país en el que, por un tiempo fuimos felices, ni a la mujer que, hace años, amamos. Ya nada es igual. ¡No hay que hacerlo nunca! Es mejor mantener ese bonito y romántico recuerdo dentro de nosotros que arriesgarse a estropearlo TODO.

Para mí, la antigua SANÁ es un ensueño. Sus casas con sus arcos, sus pequeñas ventanas, sus dibujos arabescos, sus formas, sus celosías, etc. Cuando estuve aquí hace sólo 4 años el barrio antiguo estaba recién encalado en blanco. Este color hacía que sus arcos árabes, sus celosías, etc. resaltaran. Ahora, aquel blanco se ha vuelto polvoriento y gris y ya no es lo que era. Moraleja: seré más cuidadoso al pensar en regresar a las cosas que he amado.

En cualquier caso la belleza del YEMEN con sus construcciones, sus montañas y su gente está ahí y estarán por muchos años... Ha sido sólo la capital lo único que me ha decepcionado al no estar en "estado de visita"... hasta las mujeres están más guapas cuando se maquillan.

Aproveché un par de días para recorrer algunas zonas de montaña de las más atractivas. Visité otra vez el palacio del Imán, situado encima de una roca y símbolo del país. También fui a los preciosos pueblos de TULA y de HABABA que ya conocía. Otro día, tras comer en SHIBA en un restaurante típico, subí al pueblo de KAWKABAN situado en el pico de una montaña, hasta hace poco inaccesible.

En esta población, semi abandonada, pude ver bonitas casas con preciosos detalles constructivos como: arcos, ventanitas, celosías, etc. En mi viaje de 1996, uno de los habitantes me dejó disparar su KALASHNIKOV, "herramienta" que llevan siempre "a mano" los componentes de algunas tribus de por aquí.

Algo he observado en la gente: siempre van muy abrigados, parece que son muy sensibles al frío.

Volveré muy pronto al Yemen. ¡Seguro!