Panamá (Cruzando el canal) 24

Enero 2024       

La ciudad de Colón, en el Atlántico a donde llegué por mar, sigue horriblemente deteriorada con barrios tipo La Habana, es peligrosa para el turista y sin nada de interés para el visitante. Panamá ha crecido y ya tiene 4.2 millones de habitantes. Siguen con su buenísima piña tropical, sus dulces bananas, sus 14 parques naturales, sus maravillosos bosques húmedos y sus maderas de gran calidad que exportan. Hace ya tiempo abandonaron su divisa balboa y tomaron el dólar USA. Panamá sigue sin tener ejército.

Atravesé zonas de jungla y bosque húmedo por el área de Paraíso. En esta zona, los soldados americanos venían hace muchos años para entrenarse y estar preparados para después ir a Vietnam. Finalmente tomé un ferry pequeño, para unos 40 pasajeros, partiendo del lago artificial Gatún tras haber cruzado el río Chagra que lo alimenta. Recorrimos los 12 km del Corte Culebra que es un canal de 100/150 m de ancho. He de decir, de paso, que todos los océanos están al mismo nivel. Pasamos, hacia el Pacífico, las esclusas de Miraflores de 8 m y después las esclusas de Pedro Miguel de otros 8 m, total 16m, y finalmente las últimas de otros 10m para salir al Pacífico. En total han sido 26m que es la atura del lago Gatún con relación a ambos océanos.

Pasamos las esclusas en compañía del Queen Victoria de Cunard y de un enorme carguero llamado Florinda. También pasamos bajo el puente del Centenario y, en las esclusas, siempre al lado de las locomotoras, llamadas “mulas” que van tirando de los barcos desde los bordes del canal. En otro tiempo eran realmente mulas las que tiraban en los canales de las barcas o barcos pequeños y su paso fue llamado “camino de sirga”.

En la nueva línea de esclusas, puesta en funcionamiento hace ya unos años, éstas son un 40% más anchas y más largas. El consumo diario de agua es impresionante: (400x40x26 m3) por 2 (subida y bajada), por cada barco, por cada línea de trabajo…

Al pasar la última esclusa y salir al Pacifico se encuentra uno al lado del Museo de la Biodiversidad formado por edificios con cubiertas de múltiples colores.

Tras cruzar, el ferry atracó en Ciudad de Panamá (el Pacífico) y yo tomé un bus que en una hora me dejó en Colón (el Atlántico) donde poco después tomaría un crucero que atravesaría nuevamente las esclusas desde el Atlántico al Pacífico con lo que pasé el canal casi 2 veces en 24 horas.

Creo que esta es mi tercera visita a Panamá y a su canal.

Para pasar desde el Atlántico al Pacífico hay que llevar el barco a Colón, ciudad de Panamá, donde comienza o termina el canal según que pasemos del Atlántico al Pacífico o a la inversa.

Para cruzarlo suele necesitarse entre 8 y 10 horas y el precio de un gran crucero o bien de un gran barco de contenedores puede pasar de 400 mil €. Parece que empieza a escasear el agua del lago Gatún con la que se llenan las esclusas que se utilizan para subir los 26 m precisamente hasta el mencionado lago, atravesarlo y después descender esos 26m hasta salir al océano opuesto.

La ampliación del canal, construida en los últimos años, ha aportado una línea más que permite no solo más tráfico diario sino embarcaciones mucho más anchas, más largas y de mayor tonelaje.